La playa es uno de esos lugares a los que casi todos acudimos en verano para disfrutar del sol y del mar. Sin embargo, hemos de comportarnos con civismo en un espacio público que todos hemos de cuidar y en el que coincidimos con más gente. De hecho, incluso hay ciertas normas municipales para asegurarse de que se cumplen los comportamientos más adecuados para ello.
Por eso es posible que nos asalten las dudas sobre lo que podemos y no podemos hacer en estos espacios públicos. Y el consumo de alcohol en la playa es una de ellas. ¿Está permitido tomar bebidas alcohólicas? Abordamos este tema y nos interesamos también de las consecuencias de beber al sol.
Legislación en España
El uso de las playas y las normas a seguir en ellas se encuentra regulado en las ordenanzas municipales de cada territorio, así como en las de las comunidades autónomas, por lo que puedes encontrar cierta disparidad de un sitio a otro. No obstante, la que sí es común en todas ellas la Ley Orgánica 4/2015 de 30 de marzo, de protección de la seguridad ciudadana. Esta especifica en su artículo 37.17 que se considera una infracción leve el consumo de bebidas alcohólicas en lugares, vías, establecimientos o transportes públicos cuando perturbe gravemente la tranquilidad ciudadana.
No obstante, a pesar de ese último matiz, también has de estar a lo que establezca la regulación del lugar donde te encuentres. En consecuencia, la importancia de esta normativa a nivel municipal, autonómica y estatal no es menor. Ten en cuenta que si no la cumples, pueden sancionarte con multas más o menos cuantiosas. Y la jornada de playa podría salirte muy cara.
Ordenanzas municipales
En la mayoría de las playas de nuestro país está prohibida la celebración de botellones y de fiestas, tal y como sucede en el municipio murciano de San Javier, donde la ordenanza reguladora del uso y aprovechamiento de las playas prohíbe sin excepción alguna la realización de botellones en las calas, playas y paseos marítimos, con multas de entre 1.501€ y 3.000€.
Otro ejemplo es la nueva ordenanza municipal de convivencia cívica del ayuntamiento de Sant Lluís en Menorca. En ella se establece la prohibición del consumo de bebidas alcohólicas en las áreas públicas, incluidas las playas, así como dentro de los vehículos estacionados en sitios públicos.
Consumo de bebidas alcohólicas en playas
Y es que, en nuestro país, se prohíbe el consumo de bebidas alcohólicas en las vías y lugares públicos de manera general, entre los que se incluyen las playas. La excepción en la mayoría de los casos que te encontrarás en estos y otros lugares son las terrazas y los espacios dedicados al ocio que sí están habilitados para ello. De ahí que pueda darse el caso de que sea legar tomar un mojito en la terraza del chiringuito de la playa, pero no tumbado en tu toalla en las rocas.
Sin embargo, también hay municipios que regulan de una manera menos estricta, en los que se permite el consumo de alcohol en la playa siempre y cuando la graduación de la bebida no supere los 18º.
Asimismo, hay comunidades como Galicia y Catalunya que cuentan con playas libres de humo, es decir, en las que está prohibido fumar. Fíjate bien en las indicaciones de cada arenal para no tener problemas.
Peligros de beber en la playa
Sea como fuere, debemos ser conscientes de los riesgos que supone el beber alcohol en la playa. De hecho, siempre es necesario recordar que se debe reducir el consumo de bebidas alcohólicas y, en el caso de tomarlas, hacerlo con moderación. Porque, en cualquier caso, tomarse una caña, un vino, una copa de cava o un cóctel con alcohol en la playa aumente los riesgos que aquel provoca.
Esto es debido a que, al estar al sol, el cuerpo incrementa su temperatura y nuestro organismo comienza a sudar para regularla, por lo que pierde sales minerales y agua. Pero al tomar una bebida alcohólica, el proceso se acelera y resulta sencillo sufrir de deshidratación. Ten en cuenta que el alcohol provocará que transpires y orines mucho más.
Si bebes alcohol en la playa o al tomar el sol en cualquier sitio, podrías sufrir calambres, dolores de cabeza, náuseas, mareos, cambios de humor e incremento de la frecuencia cardíaca. Si no se solventa la deshidratación, podría dar lugar a cálculos renales, trastorno broncopulmonar y sequedad de las mucosas y piel. Y recuerda que beber alcohol con altas temperaturas, también propicia los golpes de calor.
Teniendo todo esto en cuenta, bebe con moderación y, si tienes sed cuando aprieta el calor, no olvides beber mucha agua, zumos y bebidas refrescantes saludables.
