Chiringuitos y terrazas: ¿paraísos al aire libre o trampas para turistas?

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Las terrazas y los chiringuitos son un clásico de la hostelería española, sobre todo durante el verano, en que el buen tiempo contribuye a que se llenen por completo. Sin embargo, en algunas ocasiones, puede suceder que nos sorprenda la cuenta cuando llega el momento de pagar.

Y, aunque eso suele ocurrir excepcionalmente, sí es necesario saber cuáles son nuestros derechos como consumidores para disfrutar de los pequeños paraísos al aire libre que son los chiringuitos y terrazas de nuestro país. Descubramos cuál es la situación en España sobre uno de los lugares de ocio más frecuentados por absolutamente todos nosotros: vecinos, viajeros y turistas.

Modelo de negocio al aire libre

Bar en la playa
Bar en la playa/Foto: Pixabay

La esencia de los chiringuitos y las terrazas es la misma. Al fin y al cabo, hablamos de un modelo de negocio que se basa en ofrecer a los clientes tapas y refrigerios al aire libre. La diferencia entre ambos se centra en que los chiringuitos los encontrarás en las playas costeras o fluviales, así como en algunas áreas recreativas de interior. Las terrazas por su parte proliferan por pueblos y ciudades, sobre todo, en los lugares turísticos más frecuentados por aquellos que se acercan a disfrutarlos y conocerlos.

La cifra de este tipo de establecimientos en nuestro país es inmensa, y ha ascendido desde la crisis de la COVID-19. Una ciudad como Madrid cuenta con miles y miles de terrazas, mientras que en Andalucía son centenares los chiringuitos que abren sus puertas durante el verano. A lo largo y ancho del país proliferan por todas partes, sobre todo, en las zonas peatonales de las ciudades.

Servicio de terraza

camarero
Camarero sirviendo a clientes en terraza/Foto: Unsplash

Pero si hay algo que marca la diferencia entre tomar algo en el interior de uno de esos bares o restaurantes con terraza o en estas últimas, es el precio de la consumición. Cuando ocupas una silla en una terraza has de ser consciente de que muchos lugares tienen establecido un suplemento a la hora de pagar que incrementa su coste. Nos referimos al servicio de terrazas, que en aquellos locales orientados sobre todo a los turistas puede convertirse en un lujo.

En alguna ocasión que otra, las redes sociales han viralizado esos tiques con precios sorprendentes. El caso más sonado fue en el año 2015, cuando Ignacio Villalgordo compartió en su cuenta de Twitter la factura de un restaurante de playa por 337,35€.

Derechos del consumidor

Madrid
Madrid/Foto: Unsplash

La mayoría de los chiringuitos y locales con terraza mantienen unos precios razonables, pero si te encuentras alguno que parece ser una trampa para turistas, lo mejor es conocer tus derechos como consumidor.

Ten en cuenta que siempre que se vaya a cobrar más por estar sentado en una terraza, el establecimiento debe informar al cliente antes de consumir. Solo en este caso tiene derecho a hacerlo. Este consentimiento expreso es lo que les permite presentarte luego la factura y cobrarte el mismo. Lo mismo sucede con el suplemento de pan, el aperitivo o la leche del café. Si es de pago, tienen que avisar o anunciarlo en un sitio a la vista de los clientes; en caso contrario, el consumidor pensará que es una cortesía de la casa.

De igual modo, es completamente legal que un chiringuito o establecimiento con terraza establezca un consumo mínimo y un tiempo máximo de estancia. Sin embargo, al igual que sucede en el resto de casos, deberán indicártelo o anunciarlo en lugar bien visible al alcance del cliente. Este siempre ha de estar debidamente informado para que puedan efectuar ese tipo de cobros en suplementos que, indudablemente, disparan la factura.

Información al cliente

Valencia
Valencia/Foto: Unsplash

Pero no siempre los establecimientos te informan sobre ello. Estás tranquilo en la terraza con tu cerveza o tu refresco, pides la cuenta y, cuando llega, abres los ojos como platos. Recuerda siempre que la información al cliente es fundamental para que ese cobro sea legal. Tanto es así que incluso pueden cobrarte el hielo siempre que te avisen antes o se refleje en la lista de precios de su carta, pero si no lo hacen no tienen derecho.

Qué no te pueden cobrar

Hay algunas cosas que no te pueden cobrar en ningún caso. La primera de ellas es el servicio de mesa o cubierto , así que fíjate si los han incluido en la cuenta. Lo mismo sucede con el servicio de camarero. Y, por lo que respecta a la reserva, tampoco pueden cobrar pluses al hacerla. El abono de la reserva deberá ser descontado siempre de la factura final que vayas a pagar una vez vayas al sitio.

Además, por ley están obligados a darte de manera gratuita agua del grifo si la pides. Y ten en cuenta también que no es posible incrementar la cuenta añadiendo el IVA. Absolutamente todos los precios de la lista de precios, de la carta o aquellos que te indique el camarero, se interpretan con el IVA incluido.

Hoja de reclamaciones

En cualquier caso, si detectas alguna actuación que consideras abusiva y no estás de acuerdo con la factura o lo que incluyen en ella, guárdala y fotografía la carta de precios o el tablón del local donde figuren.

Asimismo, es conveniente solicitar la hoja de reclamaciones para dejar constancia de la queja. El local está obligado a proporcionártela, no importa que sea un restaurante, un bar, una cafetería o un chiringuito en la playa. Y si se niegan, estás en tu derecho de llamar a la policía municipal para que deje constancia levantando un acta.



Silvia Pato

Escritora y redactora gallega. Autora de los libros Las nueve piedras y El Libro del Único Camino, así como de numerosos relatos en revistas de género, colabora asiduamente con sus artículos y columnas de opinión en diversos medios digitales. Con la pasión y la curiosidad que la caracterizan, descubre el mundo a través de su historia, su cultura, sus lugares y sus gentes para difundir y compartir todo tipo de sensaciones y hallazgos. Porque todo viaje comienza con un solo paso.

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