¿Sabías que la estrella de mar “vomita” su estómago?

Patricio Estrella, la estrella de mar más famosa de la televisión, es un glotón implacable. Pero ¿a qué no te imaginas a las verdaderas estrellas de mar como depredadoras que amenazan la biodiversidad marina? Pues determinadas especies de estrellas de mar son devoradoras de moluscos, crustáceos y coral que obligan a los biólogos marinos a controlar la población de este animal.  

¿Y cómo lograr alimentarse de mejillones y almejas con una estructura corporal tan singular? Pues con una técnica aún más sorprendente: “vomitando” su estómago para nutrirse y, después, reabsorberlo. Te lo explicamos.  

Estrella de mar: una depredadora de estómago móvil 

Estrella de mar - Fuente: Unsplash
Estrella de mar – Fuente: Unsplash

Algunas estrellas de mar tienen un aspecto tan divertido que despiertan nuestra ternura, pero a la hora de alimentarse no están para bromas, como cualquier ser vivo. Pero en el caso de las estrellas mar, y dada su peculiar fisionomía, su mecanismo alimenticio es uno de los más extraños del mundo animal

Y es que las estrellas de mar o asteroideos son una clase de equinodermos de simetría pentarradial con un cuerpo aplanado formado por un disco pentagonal generalmente de cinco brazos. Pero, aunque no la percibamos a simple vista, tienen boca, aunque carece de una estructura bucal endurecida, como el erizo de mar. Y entonces, ¿cómo se alimenta?  

Lo primero es localizar alimento. Como para la mayoría de animales —menos el ser humano, que a menudo desea lo que no tiene— el bocado más sabroso suele ser el más disponible. Y en el caso de las estrellas de mar, las cuales no se mueven con gran rapidez, pero se mueven, gracias a su sistema vascular acuífero —a unos pocos centímetros cada minuto—, los moluscos son las presas más habituales. 

Proceso de retracción del estómago de la estrella de mar - Fuente: Universidad Queen Mary de Londres
Proceso de retracción del estómago de la estrella de mar – Fuente: Universidad Queen Mary de Londres

Ahora bien, una vez localizado un rico mejillón, ¿cómo se lo come? Gracias al proceso de evaginación del estómago, “vomitando” o moviendo hacia fuera de su cuerpo su estómago para nutrirse de la presa en un proceso lento pero implacable.  

Aunque algunas estrellas de mar pueden tragar directamente a la presa, buena parte de ellas se sirve de este mecanismo de eversión para sacar el estómago cardiaco hacia fuera e introducirlo por el mínimo hueco que dejan abiertos algunos moluscos bivalvos. Se trata, claro está, de un órgano delgado y muy flexible que permite penetrar por huecos estrechos.  

Así, el tejido de la presa se digiere de forma parcial en el exterior hasta transformarla en una suerte de sopa que, después, pasa al interior de la estrella una vez que el estómago se retrae y vuelve al cuerpo finalizando el proceso de digestión. Además, como la estrella ha disuelto los músculos de los moluscos que mantienen cerradas las valvas, también tienen la capacidad de abrirlos completamente para no dejar ni la raspa.  

Una molécula que permite “vomitar” el estómago 

Detalle de una estrella de mar - Fuente: Unsplash
Detalle de una estrella de mar – Fuente: Unsplash

Los biólogos siempre han mostrado gran interés en este peculiar mecanismo digestivo y las investigaciones han profundizado en él, como esta presentada hace una década por la Universidad Queen Mary de Londres en la que se dice hallar la clave que explica la capacidad de las estrellas de mar de “vomitar” el estómago

Se trataría de un neuropéptido —una molécula semejante a las proteínas que se elabora en el cerebro y que acciona el sistema nervioso— que han llamado NGFFYamida y que permite a las estrellas de mar desencadenar la eversión del estómago. 

Otro estudio más reciente de la misma universidad ahondó en las hormonas vinculadas al mecanismo de alimentación de las estrellas relacionándolas con la oxitocina, la conocida en el caso del ser humano como “hormona del amor”, encontrando que tanto la hormona como su receptor se encuentran en muchas regiones del cuerpo de la estrella de mar, incluido el sistema nervioso central y el estómago

El impacto medioambiental de la voracidad de las estrellas de mar 

Dos estrellas de mar - Fuente: Unsplash
Dos estrellas de mar – Fuente: Unsplash

Para los investigadores, el descubrimiento de estas moléculas en las estrellas de mar “es de interés tanto desde el punto de vista económico como ambiental”. Y es que la depredación que ejercen las estrellas de mar en su contexto ambiental tiene un gran impacto económico al alimentarse de moluscos y corales. De hecho, “los aumentos periódicos en la densidad de población de esta especie (la estrella de mar común o Asterias rubens) causan una destrucción masiva de las extensiones de arrecifes del Pacífico”. Y, por lo visto, también del marisco gallego.

Así, los investigadores consideran que la identificación de los neuropéptidos que desencadenan la eversión del estómago cardíaco o su retracción puede proporcionar una base para el desarrollo de moléculas no peptídicas que imiten o bloqueen los efectos de las otras moléculas que podrían usarse para el control químico de alimentación de las estrellas de mar: es decir, tratar de controlar el peculiar mecanismo alimenticio de las estrellas de mar para que no tenga un impacto negativo a nivel medioambiental.  

No solo se trata de defender los arrecifes de coral, que tienen una relevancia fundamental en el equilibrio del ecosistema marino, sino también los moluscos considerados “caros”. No vaya a ser que los restaurantes de alta cocina se queden sin ostras para maridar con champán por culpa de unas estrellas glotonas.  

Y es que, como también pone de manifiesto este estudio liderado por el Instituto de Ciencias Marinas y Limnológicas de la Universidad Austral de Chile, las estrellas de mar también muestran cierta predilección en su dieta alimentándose de ciertas especies de presas.

Así, la estrella de mar no se calificaría como cazador oportunista-generalista sino como especialista flexible con la capacidad de cambiar la selección de presas de acuerdo con el contexto ambiental, aunque limitando su selección de presas principalmente a especies sésiles, es decir, que no que se mueven y se sujetan al sustrato. 



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