¿Cómo convertir una casa familiar en hotel rural?

/

Según los datos de la encuesta del Instituto Nacional de Estadística de alojamientos turísticos extrahoteleros del pasado mes de abril, las pernoctaciones en alojamientos de turismo rural han aumentado un 7,6% con respecto a 2022, recuperando o incluso superando los niveles prepandemia. Buenos datos que animan a muchas personas a valorar la posibilidad de abrir una casa rural. 

Pero ¿cómo convertir una casa familiar en hotel rural? A continuación, te resumimos los principales aspectos que has de tener en cuenta para abrir un alojamiento de turismo rural, sin olvidarnos de qué puede aportarte más allá del aspecto económico.  

Montar una casa rural: primeros pasos 

Una casa en un pueblo - Fuente: Pixabay
Una casa en un pueblo – Fuente: Pixabay

Si ya tienes una casa familiar y deseas convertirla en hotel rural, “estás de suerte”. Te has librado de varias tareas que han de hacer aquellos emprendedores que aún no tienen una casa disponible y la tienen que comprar o construir en un terreno adquirido previamente o de su propiedad. 

Estudiar la normativa 

Si ya tienes la casa, lo primero es estudiar la ley específica de tu comunidad autónoma en relación a los alojamientos de turismo rural. Son muchos detalles y, al principio, puede resultar farragoso, pero es imprescindible dominar la normativa antes de iniciar el proceso.  

Por ejemplo, en Asturias, se diferencian los hoteles rurales, de las casas de aldea y de los apartamentos rurales. La Comunidad de Madrid, por su parte, considera los alojamientos de turismo rural a los que se ubican en el medio rural y en los cascos urbanos de municipios de menos de 15.000 habitantes. En la Región de Murcia, sin embargo, se consideran alojamientos rurales aquellos situados fuera del litoral y de los cascos urbanos de los municipios costeros, más allá de cinco kilómetros tierra adentro de la línea de costa.  

Como vemos, la normativa es muy diversa según la comunidad autónoma en la que quieras abrir tu hotel rural. Así que infórmate bien. Tras ello, toca hacer un plan de viabilidad. 

El plan de viabilidad 

Una planta de una casa - Fuente: Pixabay
Una planta de una casa – Fuente: Pixabay

Si nunca has montado una empresa o un negocio, todo esto te sonará “muy complicado”. Y fácil no es, no te vamos a engañar, pero es un paso imprescindible para seguir adelante. Y si tienes dudas, siempre puedes acudir a una cámara de comercio o a una agencia de empleo pública para que te asesore.  

¿Y por qué es tan importante el plan de viabilidad? Porque es la base sobre la cual pondrás los cimientos de tu negocio, comprobando que tu proyecto es viable económicamente. El plan de viabilidad incluye el estudio de mercado que reflejará cuál es la situación del sector en el entorno geográfico en el que vas a abrir tu negocio. Los datos del INE son una buena base para este estudio.  

Dentro del plan de viabilidad se fijarán aspectos como la competencia, el target al que se dirige tu negocio, el tipo de instalaciones que dispones y quieres ofrecer tras la reforma, y el entorno geográfico en el que trabajarás. Un análisis DAFO puede ser un buen complemento para detectar fortalezas, amenazas, debilidades y oportunidades

Tómate el tiempo que necesites para hacer un plan de viabilidad concienzudo y realista: el éxito de tu hotel rural depende, en primer término, de este plan previo. Puede suceder, de hecho, que, tras realizar el plan, te des cuenta de que no es una buena idea. En este caso tocará dar un nuevo enfoque al proyecto o apostar por algo diferente. 

Trámites para abrir un hotel rural 

Si el plan de viabilidad te ha dado el “OK”, es hora de comenzar los trámites, otra fase a menudo tediosa si nunca has montado antes un negocio. Y es que, sin ir más lejos, conseguir la licencia de apertura, una vez terminados los trabajos de remodelación de la casa, puede llevar varios meses dependiendo de la carga de trabajo que tenga el Ayuntamiento y/o las prisas que se den, que no siempre son las que uno espera.  

Pero este impasse puede ser aprovechado para ahondar en la estrategia comercial de tu futura casa rural, o estudiar las ayudas y subvenciones a las que puedes optar, otro aspecto decisivo que nunca debes obviar: inversión empresarial, prestamos bonificados, ayudas específicas para negocios en entornos rurales, ayudas a mujeres emprendedoras, etc. De cualquier forma, si tienes dudas con los trámites acude a un servicio de empleo o a una cámara de comercio.  

La reforma de la casa familiar 

Un baño en una cabaña - Fuente: Pixabay
Un baño en una cabaña – Fuente: Pixabay

Uno de los trámites básicos que deberás hacer para abrir tu hotel rural es solicitar una licencia de obras para acometer la reforma. Si se trata de una obra pequeña, bastará con una licencia de obra menor presentando un proyecto básico, si es una remodelación importante, que es lo más habitual cuando se convierte una casa familiar en un alojamiento de turismo rural, necesitarás una licencia de obra mayor y un visado del Colegio de Arquitectos. 

A no ser que tengas conocimientos específicos, lo adecuado es que apuestes por profesionales especializados para reformar tu casa y adaptarla como alojamiento rural, siempre teniendo en cuenta las directrices que, en este sentido, puede aportar la propia normativa sobre alojamientos rurales y sobre patrimonio en cada comunidad autónoma

De cualquier forma, además de respetar estas directrices, lo habitual es reforzar el carácter rural de la casa manteniendo sus elementos más característicos mientras se ofrece el mayor confort posible aportando soluciones actuales en materia de mobiliario y decoración. Pero todo ello ya depende de tus criterios personales y de qué tipo de cliente esperas en tu casa rural. 

La promoción del hotel rural 

Ya tienes abierta tu casa rural y ahora toca recibir huéspedes. ¿Cómo hacer llegar las bondades de tu negocio al cliente? En nuestra era digital, no hay mucho misterio en este sentido. Los canales de promoción digital incluyendo una web de diseño actual y redes sociales son la mejor ayuda para promocionarse. 

Tener un eficaz software de gestión de reservas es también fundamental, aspecto no siempre bien cuidado en este sector. Y, por supuesto, siempre existe la posibilidad de aliarse con aquellas plataformas de reservas conocidas por todos como el caso de Booking. 

¿Qué te puede aportar una casa rural (además de dinero)? 

Una fachada de una casa - Fuente: Unsplash
Una fachada de una casa – Fuente: Unsplash

Si solo lo hiciésemos por dinero, (casi) nada merecería la pena. Como cualquier otro trabajo, el aspecto económico no debe ser el único a valorar. Si “sientes” que no es lo que debes hacer, tal vez debas explorar otras opciones. Porque abrir una casa rural exige mucho tiempo y dedicación, más allá de la inversión económica, por lo que no es una opción adecuada si no es lo que te gusta o no te ves como “hotelero”.  

Pero si en tu caso se trata de la reforma de una casa familiar para convertirla en hotel rural, creemos que tendrás razones de sobra para un proyecto así. Porque seguro que tienes una especial vinculación con esa casa y ese entorno geográfico. Dar una nueva vida a tu casa familiar para ofrecer a tus clientes una experiencia en un entorno único y singular siempre merecerá la pena.  

Aunque siempre existe el peligro del exceso de turistificación del medio rural que a veces convierte a los que aún viven (y trabajan en él), tal y como dice el antropólogo Díaz Viana, en figuritas de un Belén viviente, es un hecho que el turismo rural es un medio que, bien manejado y controlado, reactiva entornos geográficos deprimidos y sirve como acicate de nuevos proyectos, más allá del propio turismo.

Deja una respuesta

Your email address will not be published.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.