Un despido puede caer como un mazazo en nuestra vida y poner todo patas arriba, pero en ningún caso debes hundirte, sino afrontar la situación del modo más adecuado posible para reorientar tu vida laboral.
Piensa que puede que esta sea una oportunidad única para lanzarte a un nuevo reto, intentar trabajar en algo que te guste más o apostar por dar salida a tu vocación si estabas en un trabajo que odiabas. Sea como fuere, estas son unas pautas que debes tener en cuenta para recuperarte de un despido, las cuales te ayudarán a empezar de nuevo.
Duelo y aceptación
Puede que estuvieras sobre aviso de que tu empresa iba a cerrar o a prescindir de tus servicios, pero en otras ocasiones la noticia es completamente inesperada. En cualquiera de los casos, vigila bien todos los trámites legales y acude al Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) para no perder tu derecho a paro y actualizar tu situación.
No obstante, ten en cuenta que será normal que, si no tenías ni idea de que te iban a despedir, estés en un estado de shock y te cueste asimilarlo. Tendrás que aceptarlo y asumir la nueva situación. Todo despido requiere de un periodo de duelo.
Hay personas que solo relacionan el duelo con la muerte de un ser querido, pero, en realidad, psicológicamente hablando, el duelo es necesario afrontarlo cada vez que se produce un cambio o una pérdida importante en nuestra vida. Puede ser por el fallecimiento de un familiar, por un divorcio, por el cierre de un negocio o por la pérdida de un empleo. Desde luego, según de lo que hablemos, será más o menos intenso o traumático, pero seguirá siendo un tipo de duelo que hay que pasar. Y, en cualquiera de los casos, si uno se ve inmerso en un estado depresivo, melancólico o se siente incapaz de superarlo, lo mejor es que pida ayuda psicológica profesional.
Pasa a la acción tras el despido
Una vez hayas aceptado la situación y asumido que no se trata de nada personal —recuerda que los negocios son los negocios—, tendrás que pasar a la acción. Si tienes ánimos y fuerzas, cuanto antes empieces, mejor. Sentirte activo y controlar la situación evitará que caigas en la apatía.
Actualiza tu currículum y aprovecha para realizar algún curso de unas horas relacionado con tu actividad o con aquello a lo que quieras dedicarte. Así podrás añadir algo nuevo, de fecha reciente, que demostrará que eres una persona activa y con ganas de aprender. Ten en cuenta que internet ofrece muchas posibilidades para realizar cursos a distancia gratuitos, de menor o mayor duración, como los de Google Actívate o los de la Universidad Autónoma de Barcelona.
Busca empleo de forma activa
Al mismo tiempo que realizar algún cursillo, puedes comenzar a enviar el currículum a otras empresas de la zona y darte de alta en plataformas de empleo online para que te avisen de las ofertas disponibles en los sectores que te interesen.
Puedes seleccionar las notificaciones para que solo incluyan determinadas ofertas en función de una zona geográfica más o menos extensa, limitarlas al lugar en el que resides o especificar hasta un número de kilómetros de distancia al mismo. Asimismo, tienes la opción de seleccionar trabajos en remoto si tu actividad lo permite. Esto también resulta especialmente útil en LinkedIn, donde puedes encontrar contactos y programar las alertas de empleo para que no se te escape ninguna.
Mantén la actitud positiva
Aunque el aprendizaje y la búsqueda de empleo te puedan parecer consejos prácticos que no tienen nada que ver con tu bienestar emocional, no es así. Y es que estar ocupado, con un plan a corto y medio plazo, así como con proyectos e ideas entre manos hará que te sientas útil. Estarás tomando el control sobre tu propia vida.
De igual modo, será más sencillo que mantengas una actitud positiva. Mira hacia adelante y no te lamentes echando la vista atrás. Lo normal es que te asalten pensamientos negativos sobre la empresa y los antiguos jefes, incluso el resentimiento, pero debes dejarlos pasar y no incidir sobre ellos. Cada final es la oportunidad de un nuevo comienzo y resulta fundamental la actitud para poder adaptarse mejor a las circunstancias.
Nuevos proyectos
Si se te pasa por la cabeza convertirte en tu propio jefe y montar tu negocio, deberás ser cauto. Primero estudia seriamente las posibilidades de la empresa que deseas abrir, echa cuentas y valora su viabilidad antes de lanzarte a la piscina. Esta etapa puede ser una buena oportunidad para cambiar el rumbo y atreverte con lo que siempre soñaste, pero solo si lo haces en base a una decisión meditada, realista y viable. Actuar por impulsos en las decisiones importantes no suele funcionar a medio y largo plazo.
Por último, ten la mente abierta y no te dejes abatir por los prejuicios ni por las negativas que recibas durante tu búsqueda de empleo. Encontrar trabajo no es fácil, pero si mantienes una actitud proactiva y analizas bien tus opciones, seguro que saldrás adelante sin problema.