Zapatero defiende ante el Eurogrupo "alinear" salarios y productividad
El presidente plantea compromisos concretos en cuatro ámbitos y la revisión anual de su cumplimiento
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"Esto no va a ser Lisboa. Esto va en serio". Con esta advertencia resaltó el presidente del Gobierno la trascendencia, "en lo económico y en lo social", que concede al Pacto de Competitividad que hoy debatirán en Bruselas los jefes de Estado y de Gobierno de los 17 países de la eurozona. En Lisboa, se aprobó en el año 2000 una estrategia económica a diez años vista que nunca se llegó a desplegar eficazmente porque, entre otras razones, no se estableció ningún mecanismo de supervisión supranacional.
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José Luis Rodríguez Zapatero anticipó ayer, durante una comparecencia conjunta con el primer ministro de Polonia, Donald Tusk, que el contenido de ese pacto "nos va a exigir cambios y plantearnos objetivos", cuyo cumplimiento estará sometido a una "exigencia máxima" y a una revisión anual.
Rajoy, sindicatos y CEOE han sido informados de las propuestas
En el caso de España fue más allá y anunció que el Gobierno "presentará inmediatamente los compromisos" que asumirá en el marco de ese pacto, lo que se propone hacer "con el máximo acuerdo social y político". El diálogo para el consenso social, dijo el presidente del Gobierno, que ya "lo estoy manteniendo", y el político, "debe sustanciarse en la comparecencia en el Parlamento que haré después de la cumbre", la próxima semana.
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De hecho, el líder de la oposición, Mariano Rajoy, los secretarios generales de UGT y CCOO, Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo, y el presidente de la CEOE, Joan Rosell, son cuatro de los destinatarios de la carta que Zapatero ha hecho llegar al presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, al presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, y a sus 26 socios europeos, con sus propuestas para la cumbre de hoy. Es la segunda ocasión en que el Eurogrupo se reúne a nivel de jefes de Estado y de Gobierno desde la creación de la moneda única, lo que da idea de su importancia.
Defiende que en todas las reformas "se tenga en cuenta la dimensión social"
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Zapatero plantea en este documento, a cuyo contenido ha tenido acceso este periódico, "la necesidad" de asumir "compromisos concretos" en cuatro ámbitos: evolución de los costes y la productividad, condiciones de empleo, sostenibilidad fiscal y estabilidad financiera. En el primer apartado, se muestra partidario de una reforma del mercado laboral "alineando (sic) salarios y productividad", incrementando "la empleabilidad" y potenciando la Formación Profesional. El Pacto de Competitividad propuesto por Angela Merkel plantea desvincular los salarios de la inflación y que la referencia sea la productividad.
Y en el ámbito financiero, aboga por realizar test de estrés "periódicos" para reforzar la transparencia como la mejor garantía de solidez y estabilidad del sistema.
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En todos estos campos, los compromisos que se adopten deberían, según la postura expresada por Zapatero en su misiva, ser revisados "anualmente". Y todas las reformas que se acometan "deben tener en cuenta y reconocer la dimensión social".
Advierte de que el Pacto de Competitividad será muy exigente
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En el punto concreto relativo a la productividad y los salarios, reivindica como una necesidad "el apoyo de los agentes sociales". "Las reformas se deben debatir con sindicatos y organizaciones empresariales en la Cumbre Social Tripartita para el Crecimiento y el Empleo", según el criterio que defenderá en la reunión del Eurogrupo. Este apartado se anticipa como el más conflictivo y, de hecho, el presidente del Gobierno soslayó ayer una pregunta al respecto durante su comparecencia con el primer ministro de Polonia, al término de la VII cumbre bilateral.
Con carácter genérico, Zapatero señala en su carta que, aunque todos los países ya han puesto en marcha reformas, todavía "hay que ir más allá para asegurar la estabilidad del euro y lograr una mayor competitividad de nuestras economías y una mayor convergencia" entre los 17 países de la eurozona, en primera instancia, pero también entre los 27 que integran la Unión Europea.
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El presidente del Gobierno expresó, durante la rueda de prensa que ayer ofreció en la Moncloa, su confianza en que la cumbre de hoy concluya con acuerdo. Destacó que el Pacto de Competitividad "va a suponer, debe suponer, un fortalecimiento del euro y de las economías del euro", ya que habrá una "exigencia mayor" y será "compartida" porque "nos examinaremos unos a otros" y "rendiremos cuentas colectivamente".
No obstante, resaltó que "el espíritu del pacto es de compromiso nacional, de exigencia propia". En la práctica, "el diseño más importante va a corresponder a cada país en los compromisos que asuma su primer ministro o su jefe de Estado".
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Aunque en principio su aplicación se limitará a los países de la eurozona, el presidente del Gobierno se mostró partidario de "la fórmula más abierta posible" para que al Pacto de Competitividad se adhieran los restantes miembros de la Unión Europea.
"España es favorable a la incorporación al Pacto del conjunto de los países de la Unión Europea. Lo harán más fuerte y creíble y será en beneficio de todos", afirmó el jefe del Ejecutivo. Esta defensa la hizo ante el primer ministro de Polonia, quien aseguró que su país está no sólo "dispuesto a participar", sino que se considera en condiciones de asumir las exigencias que se establecerán en el Pacto de Competitividad "no peor que otros, sin complejos y sin excesivos problemas" para su economía.
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Donald Tusk recibió un espaldarazo público de José Luis Rodríguez Zapatero, al señalar el presidente del Gobierno que Polonia es el país "más importante" de los que no se han integrado al euro al margen del Reino Unido, que no lo ha hecho por voluntad propia.
Máxima confianza
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Los primeros ministros de España y Polonia, José Luis Rodríguez Zapatero y Donald Tusk, destacaron en su comparecencia, al término de la VII cumbre bilateral, que se ha alcanzado "el nivel más alto posible de confianza" en las relaciones entre ambos países y entre sus gobernantes.
Similitudes
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Zapatero señaló que España y Polonia "son países estabilizadores del proyecto de la Unión Europea", ya que desempeñan "un papel fundamental al Sur y al Este" por "nuestra posición geográfica, nuestra historia, nuestra economía y nuestras relaciones".
Ejemplo
Tusk señaló que España ha sido para Polonia un ejemplo. Su país es hoy, como en su día lo fue España, el más beneficiado y el que mejor está sabiendo rentabilizar las ayudas del fondo de cohesión europeo.
Interés cultural
En la cumbre bilateral se firmó un acuerdo de cooperación cultural, al hilo del que el primer ministro de Polonia rebeló que un familiar de Zapatero -una sobrina- estudia polaco y uno suyo, español.