Zapatero cree "inamovible" alargar la jubilación a 67 años
El presidente confirma que agotará la legislatura y calla sobre su candidatura
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El año 2010 ha sido "difícil" para el empleo, "2011 no va a ser fácil, aunque habrá alguna oportunidad más" y 2012 será "algo mejor", pronosticó anoche el presidente del Gobierno en su primer pronóstico sobre el curso político recién estrenado.
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José Luis Rodríguez Zapatero estrenó el año en una entrevista concedida a Antena 3 en la que, además de valorar el anuncio de tregua de ETA (ver páginas 2-3), defendió con insistencia la necesidad de reformar las pensiones en los términos que rechazan sindicatos, y oposición: elevando la edad legal de jubilación a los 67 años.
Se hará. Es una decisión "inamovible", advirtió Zapatero, que comprometió "a mantener "para garantizar el futuro de las pensiones". Así, el jefe del Ejecutivo se aferró a los 67 años como "edad legal de referencia" para prolongar la vida laboral utilizando la referencia de otros países citó a Alemania que han empleado esta frontera vital para su edad laboral. "Es la cifra que se está extendiendo en Europa como referencia", señaló. "Si vivimos más, tenemos que trabajar algo más", justificó el jefe del Ejecutivo, haciendo públicos algunos de los argumentos que ya defendió, por la mañana, tras la puerta cerrada de la primera reunión del año de la ejecutiva socialista, donde anunció una posición "firme, pero flexible" ante la reforma de las pensiones que el Gobierno aprobará el próximo 28 de enero.
Esa firmeza anunciada viene determinada, entre otras razones, por la necesidad de trasladar como una certeza que el Gobierno "cumple sus compromisos" y neutralizar de esta forma las tensiones financieras que azotan la zona euro y que, según sus estimaciones, acecharán aún a España durante las próximas semanas, explicó el jefe del Ejecutivo socialista a su dirección.
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En esa reunión de la ejecutiva socialista, Zapatero valoró "muy positivamente" el esfuerzo negociador abierto entre Gobierno y sindicatos para acercar posturas ahora muy distantes, igual que hizo anoche ante las cámaras de televisión. "No es fácil el acuerdo, pero vamos a intentarlo", señaló Zapatero durante la entrevista, agradeciendo a los sindicatos su "voluntad de diálogo".
Esas reformas emprendidas son, precisamente, las que sostienen, según Zapatero, su intención de apurar la legislatura: "El Gobierno tiene cuatro años por delante y vamos a cumplir ese mandato", aseguró. No habrá, por tanto, adelanto electoral como reclama con insistencia el primer partido de la oposición: "Las elecciones serán en marzo de 2012 en la medida que a mí me corresponda", anunció Zapatero. "Todo lo que sea estabilidad y acuerdos ayuda a salir de la crisis", señaló el presidente del Gobierno trazando tres ejes con los que pretende recorrer el año recién iniciado: "Estabilidad, reformas y acuerdos".
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Así dijo encarar el jefe del Ejecutivo un año electoral con comicios locales y autonómicos, que se sitúa en la antesala de las próximas generales ante un vendaval de sondeos en contra del PSOE. "Lo que cuenta es el resultado en las urnas", minimizó Zapatero. "Las encuestas las respeto mucho, pero el Partido Socialista saldrá con fuerza a pedir la confianza" de los ciudadanos, proclamó.
¿Y con qué candidato en las generales? "No voy a dar pistas", se refugió Zapatero en su silencio recurrente ante su futuro inmediato como cabeza de cartel. ¿A qué espera para anunciar una decisión? "A que llegue el momento oportuno", que pasará, según dijo, por cumplir las tareas pendientes en la batalla contra la crisis en una legislatura "decisiva para el futuro económico de España".
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El jefe del Ejecutivo rechazó la acusación de haber traicionado los valores de izquierdas que defienden sus bases sociales: "He hecho política muy en la línea de mi ideología", defendió Zapatero. "Hacer la mayor cohesión social posible", es el resumen de esa intención, según sintetizó.