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Zapatero censura a Rajoy por relacionar paro e inmigración

El presidente pide rigor y recuerda que, con Rajoy de vicepresidente, iban más españoles a la vendimia francesa. El líder del PP rectifica a medias: "Lo que dije es de sentido común".

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Fue el de ayer uno de esos días en los que los políticos buscan a los periodistas, en vez de ser perseguidos por éstos. Lo hicieron, por orden de comparecencia, el líder de la oposición y el presidente del Gobierno. Los dos en la misma sala del Congreso de los Diputados habilitada para hacer declaraciones, los dos con la percha de valorar la ilegalización de ANV fallada por el Tribunal Supremo y los dos con la intención de aprovechar la oportunidad para hablar también de otros asuntos que les enfrentan.

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A Rajoy le urgía protegerse del chaparrón de críticas que le ha caído encima por cuestionar el pago de la prestación por desempleo a los trabajadores extranjeros con unas declaraciones de "tufo xenófobo", a juicio del Gobierno, PSOE, IU, sindicatos y asociaciones de inmigrantes.

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"No dije nada de eso", aseguró el presidente del PP, quien la víspera afirmó ante la Junta Directiva de su partido: "Hay 180.000 extranjeros cobrando seguro de desempleo y 20.000 andaluces que han pedido trabajo en la vendimia francesa, como hace muchos, muchos años".

Ayer, visiblemente molesto con "interpretaciones" que dijo no saber "de dónde han salido", afirmó: "Yo soy partidario, siempre, de que se cumpla la ley y, desde luego, los extranjeros que están en paro en España y tienen derecho a percibir el seguro de desempleo, tienen derecho a percibirlo. ¡Hasta ahí podíamos llegar!".

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Pero, acto seguido, insistió en la idea de que "con la política que se está haciendo, se han quedado en el paro muchos extranjeros y muchos españoles han tenido que irse fuera por primera vez en muchos años". "Lo que dije es de puro sentido común y es muy difícil que nadie pueda estar en contra. Otra cosa es que alguien, después, le quiera dar una interpretación que no corresponde a la realidad", agregó Rajoy, para quien "lo que pido, en suma, es lo que pide cualquier persona normal".

Zapatero tenía especial interés en restregar a Rajoy que las bancarrotas en EEUU demuestran que la crisis no es made in Spain. Pero, para una vez que, en los últimos tiempos, el Gobierno no es el blanco de las críticas, no dejó pasar la ocasión de banderillear a su antagonista .

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Así, mientras apelaba "al rigor, la seriedad en los datos y la sensatez", recordó que Rajoy fue vicepresidente del Gobierno y, en aquella época, acudían más españoles que ahora a la vendimia francesa. "Este año van 12.000, pero en 2002 fueron 15.000, con un Gobierno del que era vicepresidente el señor Rajoy", afirmó.

Precisado el dato, metió el dedo en la llaga: "¿Qué quiere decir? ¿Qué se quiere? ¿Utilizar esto, con datos poco rigurosos, en el debate sobre la inmigración"?. En la pregunta dejó implícita la respuesta, antes de proclamar: "Independientemente del color de piel o del lugar de nacimiento, son trabajadores, con los mismos derechos. Eso forma parte de la esencia de la democracia".

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Los socialistas entraron en trombra por el boquete que se abrió el propio Rajoy. Arrancó a primera hora la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega, quien aprovechó su arenga a los parlamentarios del PSOE reunidos en el Senado, para cuestionar el giro al centro del PP.

"La derecha dice que ha cambiado de talante... Claro que a veces cuesta mucho creerlo. Ayer mismo (el lunes), cuando escuchábamos a Rajoy hablar sobre los inmigrantes y el desempleo, recurriendo a las identificaciones de siempre, se hacía casi imposible confiar en que sea al fin capaz de abandonar los terrenos del radicalismo extremo en los que durante tantos años se ha movido", destacó De la Vega.

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Casi en estéreo, desde Bruselas, el vicesecretario general del PSOE, José Blanco, entraba a saco por el boquete: "Cuestionar que los inmigrantes que cotizan y trabajan no deban cobrar el paro es considerarlos, sencillamente, unos esclavos. Ni Le Pen -líder ultraderechista francés- se atrevió a tanto". El número dos del PSOE, tras recordar que las cotizaciones de los inmigrantes "nos permiten pagar un millón de pensiones", agregó: "No es suficiente con que rectifique, lo que tiene que hacer es coger la puerta y marcharse, porque la democracia española no es digna de un representante como el señor Rajoy. Por lo tanto, yo le digo: ¡Márchese, señor Rajoy!".

El coordinador de IU, Gaspar Llamazares y el diputado de ICV, Joan Herrera, tacharon las declaraciones de Rajoy de "xenófobas", aunque "coherentes" con su trayectoria.

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Las críticas y exigencias de rectificación llegaron también desde CCOO y UGT. Este sindicato señaló que "no es equiparable" el número de españoles que acuden ahora a la vendimia francesa con los cerca de 80.000 de los años 70.

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