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El veto al burka persiste en otras ciudades

La suspensión cautelar dictada por la Justicia sólo afecta a Lleida

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En Tarragona, Reus y Cunit, igual que hasta hace unos días en Lleida, hay una ordenanza que prohíbe entrar en un edificio municipal con el rostro cubierto, ya sea con un casco de moto, un burka, un pasamontañas o un niqab. Y aunque el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) ha dictado una suspensión cautelar de la normativa en Lleida, los demás ayuntamientos han hecho oídos sordos y han afirmado que la decisión del alto tribunal no les incumbe. Así que tanto en Tarragona como en Reus o en Cunit sigue estando prohibido entrar con el rostro cubierto en cualquier dependencia municipal. Bajo un razonamiento similar, el Ayuntamiento de Barcelona seguirá trabajando en la instrucción para prohibir los velos integrales en las instalaciones municipales.

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En realidad, la suspensión acordada por el TSJC es consecuencia de un recurso contencioso-administrativo presentado por la asociación musulmana Watani de Lleida el pasado noviembre. Para esta entidad, la prohibición vulnera los derechos fundamentales de las mujeres musulmanas, ya que supone una discriminación por razones religiosas.

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El Vendrell, Cunit y Tarragona siguieron el ejemplo leridano

En su recurso, la asociación pidió la anulación de los artículos que prohíben entrar en edificios municipales con velos integrales y la suspensión de la ejecución de la ordenanza como medida cautelar. Como consecuencia, el Ayuntamiento de Lleida anunció que recurriría la decisión del TSJC. Además, el martes, el consistorio leridano recibió el apoyo de la Generalitat cuando el secretario de la Presidencia, Francesc Homs, dijo que el Govern "ve con buenos ojos" la ordenanza de Lleida, puesto que el burka es "un signo" que "violenta los valores fundamentales" de la vida democrática".

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Cuando Lleida se blindó contra los burkas, niqabs y prendas similares, el efecto dominó fue inmediato: Reus, Tarragona, Cunit y El Vendrell aprobaron ordenanzas similares a la de la ciudad leridana e incluso Reus fue más allá y aprobó que llevar burka, niqab o un casco de moto en los edificios públicos puede acarrear una sanción de hasta 750 euros, una vez que esté en vigor el decreto que lo regula y que se aprobó en el último pleno municipal.

En Reus, llevar niqab puede ser sancionado hasta con 750 euros

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En ese sentido, el alcalde de Reus, Lluís Miquel Pérez, miró ayer para otro lado y afirmó que el ayuntamiento de la localidad "no tiene constancia" de ningún recurso contra la prohibición del burka, al menos en su ciudad.

Por otro lado, la portavoz del Ayuntamiento de Tarragona, Begoña Floria, afirmó que el fallo del TSJC no afecta a la ordenanza municipal aprobada el pasado junio en su ciudad porque no se refiere explícitamente al burka y al niqab, sino únicamente a "identificarse debidamente en los espacios municipales". Por último, el consistorio de Cunit tampoco dijo estar afactado por la sentencia por el mismo motivo que el reusense. "No se ha producido denuncia alguna ni ninguna protesta", señalaron fuentes municipales.

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Y, a pesar de esto, uno de los objetivo de la entidad Watani cuando decidió recurrir la ordenanza leridana fue precisamente que no proliferaran más normativas como de las de Lleida.

En ese sentido, el abogado de la asociación, Carles Antolí, afirmó, cuando conoció la decisión del alto tribunal catalán, que tiene muchas esperanzas de que el TSJC vaya más allá de la suspensión cautelar y dicte una sentencia firme que prohíba definitivamente a los ayuntamientos poder sancionar entrar en un edificio municipal con el rostro cubierto. Aunque para esto aún Antolí deberá esperar algunas semanas más. Incluso puede que sean meses. 

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