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València borra huellas del franquismo

Símbolos derruidos y actos de reparación

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Las Torres de Serrans son una de las paradas de la ruta 'València en la memòria'. LAURA L. DAVID

VALÈNCIA.- Las heridas ocasionadas por la metralla estaban allí desde hacía casi ochenta años, marcando la fachada del consistorio como un macabro recordatorio. Hasta diciembre pasado, las huellas podían pasar desapercibidas. Ahora en cambio, una placa que dice formar parte de la ruta 'València en la memòria' las señala para que nadie se olvide de la importancia de aquellos hechos; para que las identifique como las trazas del bombardeo fascista sobre la ciudad que entonces era capital de la Segunda República Española, sede del Congreso de los Diputados y, posteriormente, lugar de celebración del II Congreso Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura, con la participación de Pablo Neruda, Nicolás Guillén, Ernest Hemingway, Octavio Paz o André Malraux, entre otros.

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Hasta ahora estas rutas eran cosa de colectivos sociales, amantes de la historia y defensores de los valores republicanos. El consistorio dirigido ahora por Joan Ribó les ha tomado ahora el relevo. José María Azkárraga, una de las personas que ha pasado años pegando carteles con información relacionada con la memoria histórica y códigos QR por los muros de la ciudad, valora que se trata de una "iniciativa interesante, que nosotros reclamábamos, sobre un periodo hasta ahora totalmente olvidado ".

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Símbolos derruidos y actos de reparación

Ahora, sin embargo, el escudo preconstitucional que presidía la entrada principal de la escuela pública de Infantil y Primaria Teodoro Llorente ya no está. Cayó el pasado 5 de enero. Junto con el de la escuela Padre Manjón, el emblema franquista era uno de los símbolos fascistas que aún pervivían en la ciudad y a la retirada de los cuales la ex alcaldesa Rita Barberá se opuso reiterada y firmemente. Tanto, que la causa contra la ex dirigente del PP por negarse a cumplir con la Ley de la Memoria Histórica llegó hasta el Tribunal Supremo, órgano que finalmente la archivó. Una parroquia y tres cuarteles de la Guardia Civil mantienen todavía visibles escudos que incumplen la ley, debido a  la parálisis del Arzobispado y del Ministerio del Interior.

En el Ayuntamiento de València también se puede ver una placa de la ruta memorialística. LAURA L. DAVID

La familia de Teófilo Alcorisa, también tuvo que esperar más de seis años para poder exhumar el cadáver de este represaliado por la dictadura. Finalmente lo encontraron. Estaba en el punto exacto del Cementerio Civil de Valencia donde estimaban sus descendientes, que a pesar de recibir la subvención que les correspondía en virtud del cumplimiento de la Ley de Memoria Historica de 2009, tuvieron que volver por la negativa de la ex alcaldesa Barberá a autorizar los trabajos, alegando dificultades técnicas peregrinas que al final se demostraron falsas.

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La lucha se encuentra, todavía, en las calles

València tiene aún pendiente el cambio de nombres de calles asociados al franquismo. Para grupos políticos como Izquierda Unida -que quedó fuera de la corporación- la decisión ya se está retrasando demasiado, apelando a una "participación ciudadana" que consideran una "tomadura de pelo". En el Consistorio aseguran que querrían hacerlo "más pronto que tarde", pero buscando las "máximas garantías posibles" y teniendo el informe favorable previo de la Comisión de Cultura. "Se trata de cumplir la ley y si hay alguien que quiere incumplirla, deberá explicar por qué", explican horas después de que un juez haya dado la razón al PP de Alacant. El partido derechista había recurrido en contra del cambio en el nomenclátor alicantino impulsado por el equipo de gobierno.

Cabalcada de la infantesa

Pero es el apoyo consistorial a otro acto ligado a la República lo que más reacciones ultramontanas ha provocado. Este domingo se celebra por segundo año consecutivo la Cabalcada de la infantesa, que llevará de nuevo las Magas de Enero hasta el balcón del Ayuntamiento. En 2016, contra la celebración del evento se levantó una crítica feroz y beligerante desde el PP y otros grupúsculos ultraderechistas a la que se sumó el grueso de medios de comunicación. Un totum revolutum desinformado y con un marcado trasfondo machista llenó páginas y tertulias de bar durante aquellos días, ligando el desfile valenciano a los vestidos de la polémica de la alcaldesa madrileña Manuela Carmena o, incluso, asegurando que Ribó había sustituido la cabalgata de los Reyes Magos por la de las tres mujeres republicanas.

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