A las urnas sin veneno
La carrera electoral en Catalunya. Los partidos adaptan sus mensajes a un nuevo clima político. CiU y PSC anuncian una campaña electoral de guante blanco para enterrar la crispación. La abstención aparece como principal enem
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Una historia de amor en la oficina. Un escenario bélico que acaba en apoteosis de abrazos. Besos, sonrisas. La campaña preelectoral de CiU demuestra como ninguna otra los nuevos vientos que soplan en la política catalana. La consigna está clara: adiós a la crispación; toca captar votantes con mensajes en positivo.
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Tal vez por eso el PSC ha sorprendido esta semana con la noticia de que José Zaragoza no será el jefe de la campaña con el que José Montilla trate de repetir en la Generalitat. Zaragoza, secretario de organización y bregado en la refriega dialéctica, había sido el responsable de las contundentes y efectivas campañas basadas en la confrontación derecha-izquierda. Pero el partido, obsesionado con ganar la batalla de la centralidad, le ha apartado, en un movimiento que en otros partidos no se creen. "Estamos convencidos de que mandará él", apuntan desde CiU y PP.
Sea como fuere, el PSC ha concluido que el clima de desafección actual derivado de la crisis y los casos de corrupción requiere otro estilo. En la carta que mandó al resto de partidos, el nuevo responsable de la campaña socialista, Jaume Collboni, anunciaba guante blanco y pedía lo mismo: "Prioricemos la resolución de los problemas y hagámoslo sin recurrir a la descalificación".
Desde CiU celebran este paso como una consecuencia de la dulcificación de su imagen que llevaron a cabo meses atrás. "Tuvimos el acierto de anticiparnos y entender que los ciudadanos no entenderían que ahora nos lancemos los platos a la cabeza", explica un diputado convergente. Además, señalan que tras las últimas nevadas fue el propio Mas quien impuso la directriz de "ser suaves" en las críticas.
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Desde CiU celebran este paso como una consecuencia de la dulcificación de su imagen
En este sentido, el secretario ejecutivo de Comunicación y Estrategia de CDC, David Madí, admitía ayer que ve "técnicamente imposible" lograr mayoría absoluta y abrió la puerta a formar una "coalición", lo que explica su estrategia conciliadora.
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Pero otra razón para el talante de CiU es su liderazgo incuestionable en los sondeos. "Apostamos por una gran mayoría, y para eso tiene que votarnos gente que no es la nuestra; no queremos ir a buscar a los nuestros con ataques a los contrarios, que suele ser lo que más réditos da", apuntan en el partido.
No son de la misma opinión en ERC. Ignasi Llorente, su responsable de comunicación e imagen, recuerda que el documental que presentó CiU en las últimas elecciones contra el Tripartito les dio un mal resultado. "El insulto no es siempre positivo, tener más cuota mediática no implica tener más votos", sostiene.
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ERC había exhibido en el pasado una imagen rompedora apostando por escribir sus mensajes sobre fondo negro. De cara a las próximas elecciones, ERC apuesta por el blanco para dar mensajes en positivo y explicar su obra de Govern.
Llorente apuesta por "seducir al votante" y afirma que "en los 15 días de campaña no se ganan votos, sino que se movilizan los que ya se han ganado". "Nuestro enemigo", recuerda, "no son los partidos, sino la abstención".
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"Seremos elocuentes, pero no agresivos", anuncian los conservadores
En opinión de Llorente, sólo los partidos minoritarios (UPyD, Ciudadanos, Laporta, Reagrupament, Nebrera y Anglada) romperán este clima: "Llegar al Parlament es fácil, a algunos les compensa poner un Albert Rivera desnudo en la Diagonal".
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Tampoco el PP prevé una campaña dura. Fuentes del partido denuncian, eso sí, que el PSC "pretende blindar a Montilla pidiendo fair play a sus víctimas". Su campaña, explican, se basará en dar a conocer a Alicia Sánchez-Camacho y en la salida de la crisis. "Seremos elocuentes, pero no agresivos", anuncian.
ICV, a quien la moderación del PSC le regala una autopista sin competencia en la izquierda, apostará por "una campaña ideológica que apele a valores en positivo". Así lo expresa su portavoz Laia Ortiz, que añade que no evitarán la confrontación con la derecha: "Muchos jóvenes no recuerdan lo que fueron los gobiernos de CiU".