La universidad catalana estrena curso bajo la amenaza de más recortes
Los rectores piden al conseller los recursos "justos y adecuados"
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Las universidades catalanas oficiaron el inicio del curso en un ambiente caldeado por la ola de recortes planteada por el Govern de Artur Mas. Un millar de estudiantes y trabajadores cortaron la avenida Diagonal a las nueve de la mañana en señal de protesta y marcharon hacia el campus de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC), donde se iba a celebrar la inauguración oficial del curso. El ajuste aplicado este año, del 15% de las transferencias de la Generalitat, está todavía fresco en la comunidad universitaria. Afloró, además, el temor a que el sacrificio se vuelva a repetir en 2012 con un tijeretazo adicional del 5%.
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El rector de la UPC, Antoni Giró, reclamó en el acto académico una financiación "justa y adecuada". El de la Universitat de Barcelona, Dídac Ramírez, fue más allá y evidenció que un nuevo recorte "sería muy grave para la UB y para el conjunto del sistema universitario". El responsable de universidades en el Gobierno catalán, el conseller Andreu Mas-Colell, respondió con una disposición al diálogo pero avisó que no se llevará el gato al agua "el que grite más fuerte". Las dudas se disiparán en un mes, lo que tarde el Ejecutivo catalán en configurar el próximo Presupuesto autonómico.
A nivel práctico, el ajuste que sufren las universidades "afecta al personal que no es fijo", explicaba Vera Sacristan, presidenta de la plataforma UpiC, de la UPC. Se han dejado de cubrir bajas de personal y sólo la Politécnica ha perdido el equivalente a 250 profesores asociados. En la Universitat Pompeu Fabra, los esfuerzos para no despedir a nadie han supuesto que el profesorado asociado haya reducido horas de docencia y el 44% de su remuneración. Mientras, la Universitat Autònoma de Barcelona, la segunda mayor de las catalanas, la reducción presupuestaria equivale al despido de 700 profesores.