Troitiño aprovecha el error judicial para huir sin dejar rastro
El etarra se halla en paradero desconocido desde que la Audiencia Nacional diera marcha atrás y ordenase anteayer su captura
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Veinticuatro años después de que la Policía detuviera la carrera criminal de Antonio Troitiño, el preso de ETA volvió a poner ayer en jaque a todas las estructuras del Estado dedicadas a la lucha antiterrorista. En libertad desde el pasado día 13, Troitiño se encontraba al cierre de esta edición en situación de busca y captura sin que hubiera una sola pista fiable acerca de su paradero. Desde por la maña-na se pensó que podía estar en un domicilio de Hendaya. Esa posibilidad se desvaneció a última hora de la tarde, lo que agravó las consecuencias del error que la Audiencia Nacional cometió al acordar su puesta en libertad hace una semana.
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Ese error intentó ser subsanado en la noche del martes por la Sección Tercera de la Sala de lo Penal, la misma que había decidido sobre su excarcelación. Cerca de la media noche, los magistrados dictaban una orden de busca y captura que sorprendía a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en fuera de juego. No sabían dónde estaba el terrorista porque hasta entonces no había existido la posibilidad legal de vigilarlo.
El PP exige «responsabilidades» y reprocha que no estuviera vigilado
Se activó entonces un dispositivo en el que participan agentes de la Subdirección Antiterrorista francesa y la Policía española. La operación incluía vigilar el domicilio de la hija de Troitiño y el despacho de su abogado en Hendaya. A este lado de la frontera, los agentes cercaban discretamente la vivienda de la familia Troitiño en San Sebastián y otra casa en Amorebieta (Vizcaya). Pero el Partido Popular no esperó, y a media mañana, su portavoz de Justicia e Interior, Federico Trillo, devolvía el caso Troitiño al centro de la bronca política. "Es una grave irresponsabilidad", declaraba a Europa Press, al tiempo que recordaba que su partido había exigido medidas de vigilancia nada más poner el etarra un pie en la calle.
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Fue su interlocutor en materia antiterrorista, el vicepresidente Alfredo Pérez Rubalcaba, quien le respondió tras el Consejo de Ministros y le advirtió que estaba pidiendo a la Policía "algo ilegal". "Cuando un ciudadano tiene sus derechos intactos y no está inmerso en ninguna investigación policial, ni es objeto de ninguna sospecha especial, ese ciudadano no puede ser vigilado, ni controlado", recordó. Se trata de una cuestión de "primer curso de la carrera de Derecho" , apostilló Rubalcaba, según informa Elena Herrera.
Rubalcaba advierte a los conservadores de que piden a la Policía «algo ilegal»
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El Centro Nacional de Inteligencia (CNI) había detectado el paso por Hendaya de Troitiño en los últimos días, sin embargo, pasaban las horas y las vigilancias establecidas no daban resultado. El vicepresidente evitaba confirmar durante la rueda de prensa la información de un buen número de medios de comunicación que a esa hora ya daban a Troitiño por localizado.
Para terminar de complicar la situación, el Tribunal de Pau no firmaba la euroorden dictada por la Sección Tercera, que preside Alfonso Guevara. Alegaba numerosos defectos de forma que el magistrado de enlace en Francia, Manuel García-Castellón, intentaba solucionar a toda prisa. No fue hasta última hora de la tarde que un juez francés ratificó la orden de busca y captura. "Ha habido algún cambio para completarla [la euroorden], de acuerdo con la magistratura francesa, pero eso no ha tenido que ver nada con la operación para capturarlo", decía Rubalcaba al mediodía.
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La investigación apuntaba a que el etarra se escondía en Hendaya
A pesar de que Troitiño tiene nulas posibilidades de enlazar con la estructura clandestina de ETA en Francia, según fuentes de la lucha antiterrorista, su localización se antoja complicada, al menos a corto plazo. Se repite así el caso de Iñaki de Juana Chaos, en busca y captura desde que la Audiencia Nacional abriera una causa contra él, cuatro días después de su excarcelación, por el contenido de una carta que se leyó en un homenaje en San Sebastián al que ni siquiera asistió.
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Comenzó entonces un culebrón político, policial y judicial con parada en Irlanda del Norte. Cuando el maratón para su extradición parecía llegar a su fin, De Juana huyó de ese país. Las Fuerzas de Seguridad lo ubican ahora en Venezuela, un destino que no se descarta para Antonio Troitiño, al que aún le restan seis años del máximo de 30 que debe cumplir por 22 asesinatos.
La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, no dejó pasar ayer la oportunidad de recuperar el caso de De Juana, estandarte de la política de oposición de su partido durante la primera legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero. La número dos de los conservadores tachó de "fotos esperpénticas" la excarcelación de Troitiño y lo equiparó al momento en el que De Juana "decía que hacía huelga de hambre y luego comía jamón de york por las noches". La petición del secretario de Política Municipal y Autonómica del PSOE, Gaspar Zarrías, para que el PP no cometiera "de nuevo la equivocación de usar como arma electoral" el terrorismo caía así en saco roto.
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Interior le buscó también en Amorebieta y San Sebastián
Troitiño perteneció al comando Madrid más sanguinario de la historia de ETA hasta su detención en 1987. Después fue condenado entre otros por el atentado en la plaza de la República Dominicana, con 12 guardias civiles muertos. Fuentes penitenciarias lo sitúan en el sector minoritario que se resiste a aceptar las tesis posibilistas sobre el final de la violencia.
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Tras su salida de la cárcel de Huelva se sabe que participó en una cena de homenaje en el barrio donostiarra de Intxaurrondo. Una fotografía del etarra recibiendo un ramo de flores a su llegada es la última imagen que se tiene del miembro de la organización terrorista. Anoche, todas las Fuerzas Seguridad del Estado se afanaban en su localización a un lado y otro de la frontera.