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Una subida de impuestos que duró sólo seis horas

La presión de CiU, clave para sacar adelante el techo de gasto, primer paso de los Presupuestos, obligó al Gobierno a retirar su compromiso de subir el IRPF a las rentas altas

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Entre las doce de la mañana y las seis menos cinco de la tarde. Menos de seis horas fue el tiempo que duró ayer sobre la mesa el compromiso del PSOE de elevar los impuestos a las rentas más altas.

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La presión de CiU, que amenazó con endurecer su posición de mañana sobre el techo de gasto, obligó al partido de Gobierno a recular. La necesidad de asegurar una mayoría parlamentaria en el paso previo de los Presupuestos fue determinante. El mismo texto que a mediodía el PSOE había repartido a la prensa con el membrete de su grupo, por la tarde pasó a ser inasumible para los socialistas.

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La enmienda registrada a propuesta del PSOE había provocado por la mañana un revuelo importante entre los medios. En ella, los socialistas se comprometían a dotar de mayor progresividad a la deducción de los 400 euros y el cheque bebé de 2.500 euros. Además, apostaba por “modificar el gravamen en la imposición directa de los contribuyentes con mayores niveles de renta y patrimonio” y eliminar la ley Beckham que limita el IRPF de trabajadores extranjeros al 24%.

Las tres reformas, de gran calado político, debían ser aprobadas antes de final de año. La retirada del PSOE, sin embargo las condenó a muerte. Sólo el PNV apoyó parcialmente los puntos de la moción relativos a los 400 euros y el cheque bebé.

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Aunque la negociación la había llevado la diputada Montserrat Colldeforns, fue el nuevo secretario general del grupo socialista, Eduardo Madina, quien al filo de la seis de la tarde llamó a Joan Herrera para anunciarle la retirada del texto.

El portavoz del PSOE, daba explicaciones poco después. José Antonio Alonso vinculó el paso atrás a la negativa de IU-ICV a votar a favor del techo de gasto. Joan Herrera, en cambio lo negaba: “Durante toda la mañana les expliqué una y otra vez que podríamos movernos hasta la abstención y lo aceptaron. ICV no tiene margen político para votar a favor”. Por los pasillos, visiblemente enfadado, el diputado catalán mascullaba una y otra vez “explicaciones, vale; mentiras, no”.
Herrera se lamentó de que el PSOE hubiera elegido una política fiscal “liberal” que conlleva la ruptura de su “compromiso de izquierdas”. Tras asegurar que “la marcha atrás también es una decisión”, advirtió: “Tomamos nota”.

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Con toda probabilidad, la espantada socialista provoque mañana el voto en contra de IU-ICV al techo de gasto. La misma maniobra asegura, sin embargo, el triunfo de la propuesta del Gobierno. La retirada del texto y el apoyo socialista a una enmienda de CiU, garantizó la abstención de los diez votos catalanes. Al ser necesaria sólo una mayoría simple, los socialistas sólo necesitan para superar el trámite dos votos del grupo mixto, algo fácil de conseguir.

Durante el debate, CiU no ocultó su papel en la retirada de la enmienda. Su portavoz económico, Josep Sánchez Llibre, se vanaglorió de haber “evitado” el éxito de la propuesta.

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Menos contentos parecían en la bancada socialista. Varios diputados confesaban ayer que en el grupo existía cierta “inquietud” por la imagen que llega a la opinión pública: seis días después de que Zapatero asegure que no habrá subida de impuestos en grupo pacta una reforma fiscal que se retira el mismo día. En algunos escaños socialistas consideraban el doble traspié un error difícil de explicar.

Mientras, en la tribuna, la diputada socialista Montserrat Colldeforns se esforzaba por argumentar la retirada. Se limitó al argumento que repetían en corrillos y ruedas de prensa desde la dirección del grupo: Sin dar el sí al techo de gasto de los presupuestos es incoherente que IU-ICV se siente a discutir sobre los ingresos.

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Ni la marcha atrás sirvió a los socialistas para escapar de las críticas del PP. La diputada Ana Madrazo criticó al PSOE por amagar una subida fiscal que no hace más que “reducir la actividad económica y por tanto la recaudación”.

La tarde se cerró con un último disgusto para el PSOE que sumó una nueva derrota parlamentaria. La oposición sacó adelante una moción del PNV sobre le “incumplimiento del Gobierno en la gestión de la deuda externa”.

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Cambiar la deducción de 400 euros

Es una medida que no gusta a casi nadie: ni a Hacienda, ni a la oposición, ni a IU-ICV, ni incluso a miembros del PSOE. Pero fue una promesa realizada en la precampaña electoral de 2008. Zapatero anunció lo que llamó un cheque de 400 euros para compensar los primeros efectos de la crisis. En la práctica, la deducción rebaja en hasta 33 euros la retención mensual del IRPF en las nóminas. Pero las rentas más bajas, por la compleja mecánica del impuesto, no se benefician íntegramente de esta deducción. Hacienda baraja modificar este beneficio fiscal dejando fuera a las rentas más altas, por encima de los 30.000 euros, el tope que se baraja para la limitar también la desgravación por compra de vivienda (ver Público del pasado día 11). Con ello, las arcas públicas se podrían ahorrar 2.000 millones, de los 6.000 millones que cuesta.

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Progresividad en el cheque bebé

Desde hace menos de dos años, por cada nacimiento o adopción de un hijo, los contribuyentes reciben 2.500 euros. Es el llamado cheque bebé, otro beneficio fiscal sujeto a revisión. Desde que se puso en marcha, en noviembre de 2007 (recogiendo los nacimientos o adopciones producidos desde julio anterior), unas 750.000 personas han recibido esta ayuda, que ha supuesto un alivio en sus bolsillos, pero no ha representado ningún estímulo a la natalidad. El cheque bebé ha costado a Hacienda hasta la fecha unos 2.059 millones de euros. Ahora se plantea una modificación similar a la que se proyecta para la deducción de 400 euros, esto es, limitar su aplicación a las rentas medias y bajas, o establecer una graduación en la ayuda, de modo que reciban menos los que tienen más ingresos.

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Elevar el tipo máximo del IRPF

La última reforma del IRPF, de 2007, rebajó los tipos del impuesto. El máximo quedó en el 43%, para los ingresos superiores a los 53.000 euros anuales (antes, estaba en el 45% para más de 46.800 euros). IU-ICV plantea incrementar la carga fiscal para las personas con mayores ingresos, que ganen más de 7.000 euros mensuales (unos 98.000 euros anuales, considerando 14 pagas), que soportarían un gravamen del 50% (superior, por ejemplo, al que había en 1998). Hacienda considera que esta medida tendría un escaso efecto recaudatorio, pues, según las propias estadísticas del IRPF, por encima de esa cifra sólo hay un 0,8% de los contribuyentes, que suponen menos del 8% de los ingresos del impuesto. El Gobierno sí estudia, en cambio, elevar la fiscalidad de las rentas del capital o la que afecta a los bonus’ de los ejecutivos.

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Reformar la fiscalidad de los deportistas no residentes

Desde 2004, los profesionales extranjeros que vengan a trabajar a España tienen una fiscalidad beneficiosa en el IRPF: se les aplica el impuestos de los no residentes (no viven en España, pero reciben rentas generadas en el país), que es el 24%, igual que el tipo mínimo de la tarifa del IRPF. Este tratamiento fue pensado para atraer profesionales cualificados, pero también se aplica a los deportistas de élite, con ingresos elevados, como los futbolistas. Algunos grupos plantean que este régimen fiscal favorable
no se aplique a los futbolistas, pero se trata de una discriminación que difícilmente permitiría la UE, sobre todo en caso de deportistas europeos. Sí sería posible, en cambio, establecer algún tipo de tarifa, con tipos progresivos en función de los ingresos; pero Hacienda se muestra reacia a estos cambios.

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