"Sol apunta los déficits de la Transición"
Juan Carlos Monedero. Autor de 'La transición contada a nuestros padres' (Catarata).
Publicidad
Con miles de jóvenes cuestionando en la Puerta del Sol a los partidos y los políticos y reivindicando artículos de la Constitución, es innegable la necesidad de mirar al origen del sistema: la Transición. El profesor de Ciencia Política Juan Carlos Monedero (Madrid, 1963) reflexiona en La Transición contada a nuestros padres. Nocturno de la democracia Española (Catarata) sobre lo que explica por qué la generación sin miedo ha salido a la calle.
Publicidad
¿Está relacionado el movimiento 15-M con lo diseñado en la Transición?
"Se quiere un proceso constituyente hecho desde abajo"
Lo que está pasando en la Puerta del Sol me recuerda a los comuneros de París, porque está recuperando la revocación de los mandatos; pone en cuestión la idea de que ganar unas elecciones te da el derecho a mandar hagas lo que hagas. La Transición decía que la violencia era el 23-F. La Puerta del Sol dice que es cobrar 600 euros.
Publicidad
¿Se empieza a notar que el desarrollo social debe hacerse con la gente?
En el libro doy saltos a Túnez y Egipto para explicar el peligro que tiene desactivar a la calle. Cuando las transiciones son cupulares, los procesos son menos profundos y pierden fuerza. Sol apunta los déficits de la Transición, que se hizo por arriba, y se quiere otro proceso constituyente discutido desde abajo.
Publicidad
"Antes se decía que la violencia era el 23-F, en Sol es cobrar 600 euros"
¿Quiénes son los que están protestando en Madrid?
Publicidad
Hay una generación que ya no tiene miedo. Es la que protestó el 13-M en 2004, consciente de que era una manifestación alegal, pero también de que el Gobierno estaba mintiendo y se corría un riesgo de victoria electoral de quien no lo merecía.
¿Fue la Transición modélica?
Publicidad
Si lo fue, no entiendo por qué mi democracia es tan débil, por qué somos el único país con una extrema derecha parlamentaria. No entiendo cómo está en el PP con fuerza para arrastrarle a tomar decisiones que en el resto de Europa están en un partido aparte.