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Poco seguimiento a la campaña de protestas de ETA

Los presos etarras hacen un seguimiento desigual y escaso de la campaña puesta en marcha por la banda hace dos semanas

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Seguimiento escaso y desigual a la campaña de protestas que anunció el colectivo de presos de ETA (EPPK) a principios del mes de enero. Dos semanas después de iniciada, la campaña, que convocaba a los más de 700 presos de la banda, no ha resultado a gusto de los terroristas. 

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Las protestas por la "cruenta" política penitenciaria de España y Francia, incluían encierros en las celdas, ayunos e interrupción de las comunicaciones telefónicas. Según fuentes penitenciarias, ETA estableció un "comité" liderado por un recluso de la banda que, en cada prisión, estaría encargado de fijar el calendario y el ritmo de las acciones. 

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El éxito de las protestas está determinado por el grado de implicación de cada uno de los 'cabecillas' con las tesis oficiales de la banda. Las acciones han sido secundadas en mayor o menor medida en todas las cárceles, con excepción hecha de la de Zuera (Zaragoza), donde se trasladaron a los presos más críticos con la dirección etarra.

La semana pasada, las protestas se limitaron a permanecer en la celda durante todo el día sin salir al patio, más conocido como "txapeo" en la jerga carcelaria, aunque el seguimiento fue dispar, y en algunos casos testimonial.

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Sí se sumaron a la convocatoria del EPPK la mayoría de los reclusos del mundo político de ETA recientemente encarcelados y los presos etarras en prisión preventiva, entre ellos, el portavoz de la ilegalizada Batasuna, Arnaldo Otegi, y el ex secretario general de LAB Rafael Díez Usabiaga.

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