Rubalcaba apela a un voto "crucial" para frenar a "la derecha más dura"
El candidato socialista vaticina que, si gana el PP, "echará por tierra lo que hemos conquistado durante 30 años"
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Más que a petición, sonó a plegaria, aunque laica: "¡Apoyadme. Votad, votad!... para que no haya nadie [los poderes económicos] por encima de los votos y evitar que [la derecha] eche por tierra lo que hemos conquistado durante 30 años". A los votantes que "todavía se lo están pensando" encomendó su suerte política Alfredo Pérez Rubalcaba, en el último día de la campaña, en el que protagonizó mítines en Punta Umbría (Huelva), Jerez (Cádiz) y Fuenlabrada (Madrid).
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El candidato socialista centró su último intento de movilización en la llamada al voto útil de la izquierda para frenar a "la derecha más dura de Europa" en unas elecciones que calificó de "cruciales", no sólo para el futuro inmediato sino para la suerte de las próximas generaciones, hasta el extremo de sostener que, si ha habido unas elecciones trascendentales desde la recuperación de la democracia, en 1977, "son estas".
"No vaya a ser que, por combatir el bipartidismo, fracturemos la izquierda y sólo quede el monopartidismo de la derecha", alertó ante los datos que apuntan a una dispersión del voto progresista entre distintas formaciones políticas, mientras que el de centro derecha se agrupa en torno al PP.
A la vista de este horizonte, llamó a "concentrar el voto" en el PSOE con el argumento de que "una izquierda fragmentada no podrá hacer frente a esta derecha, la derecha más dura de Europa", y que, además, puede acaparar un "poder absoluto".
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Aventar el temor a la forma en que puede ejercer el poder un partido que, si gana las elecciones el domingo, acumularía el Gobierno de España al que ya tiene en la mayoría de las comunidades autónomas y ayuntamientos, pero también en los ámbitos económico y mediático, ha sido uno de los argumentos finales de Rubalcaba para reclamar el voto.
Para revestir de veracidad su advertencia, recordó cómo el tiempo le ha dado la razón en otros avisos. Así, destacó que, a pesar de que la estrategia de campaña del PP ha sido no explicar su programa, "han ido poco a poco enseñando la patita y, a medida que se sentían más seguros, se han ido desmelenando". Se refería al anuncio de Rajoy de que las ayudas a los dependientes no son "viables" en estos momentos o a que la única prestación social que ha dejado a salvo han sido las pensiones.
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Presenta al PSOE como el baluarte de las prestaciones sociales
Pero Rubalcaba cuestionó incluso la veracidad de este compromiso. "Rajoy va a meter la tijera en todo y, si tiene un poder absoluto, hará un recorte absoluto. Dice que todo menos las pensiones, de momento... porque cada dos años va a poner todo el sistema en solfa", afirmó. Y otro tanto pronosticó sobre la prestación por desempleo, a propósito de la que, en la cadena Ser, se comprometió a mantener "intacta", así como la ayuda de 400 euros para quienes la agoten.
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Si su vaticinio sobre las pensiones procede de la lectura del programa del PP, en el que se habla de enviar al Congreso cada dos años un informe sobre la situación del sistema, el recorte o supresión de las ayudas a la dependencia se sustenta en unas declaraciones del propio Rajoy. Frente a este planteamiento, proclamó que, si el preside el Gobierno, reforzará "el sistema de dependencia".
También se apoyó en otras declaraciones, en este caso las de la presidenta de la Comunidad de Madrid, la "lenguaraz" Esperanza Aguirre, apostando por que los pensionistas paguen parte de las medicinas en función de su renta, para concluir que el PP pretende implantar "el copago farmacéutico".
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Ante estas amenazas para las prestaciones sociales que dibujó en el horizonte inmediato, se comprometió a su defensa a capa y espada: "Cada voto socialista y cada diputado serán para defender la sanidad pública, la educación pública, los derechos de los trabajadores, los derechos de los pensionistas y de los dependientes".
En su recorrido por Andalucía contó como telonero con el presidente autonómico, José Antonio Griñán, que cargó si cabe con más dureza contra el PP. "No han echado ni una mano, ni un apoyo, en la lucha contra ETA", afirmó Griñán en el postrer intento socialista de rentabilizar electoralmente el anuncio del final del terrorismo.
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Rubalcaba recibió también el apoyo de la ministra Carme Chacón, principal referente de los socialistas catalanes. En una entrevista en la Sexta, subrayó que la derecha "dice que tiene la solución, pero cuando llega, recorta en sanidad y educación, donde hay negocio". Chacón sostuvo que de la crisis "no nos van a sacar ni conservadores, que son los que nos han traído hasta aquí, ni tecnócratas puestos por los conservadores".
Hoy, como a lo largo de toda la campaña, Alfredo Pérez Rubalcaba escuchó de sus seguidores gritos de "¡ánimo!" y él, respondió: "No, si ánimo no me falta...". Lo que quedó dicho en el silencio de los puntos suspensivos fue la necesidad de votos.