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Los regalos de lujo no eran sólo por Navidad

La policía desvela cómo la red camuflaba la compra de obsequios

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Un nuevo informe policial recién incorporado al sumario Gürtel desvela que la trama no sólo compraba regalos caros por Navidad. Revela, también, la operativa seguida para "camuflar" la compra de objetos de lujo destinados a cargos públicos "afines a sus intereses".

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Y confirma que las anotaciones del archivo informático en formato excel denominado "Costes Regalos Navidad" e incautado a la trama "reflejan datos reales". En otras palabras, existió el bolso Loewe de 750 euros enviado en las navidades de 2005 a la esposa de Camps. Y el perro robot Aibo de 1.809 euros que recibieron sus hijos. La maleta de 1.130 euros, también de Loewe y comprada para Ricardo Costa, entonces secretario general del PP valenciano, tampoco fue una quimera.

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Hasta ahora, los informes policiales habían aportado indicios sólidos de que la red corrupta obsequió con prodigalidad a dirigentes y cargos del PP valenciano en las Navidades de 2005.

Pero, según la policía, las compras de lujo se sucedían a lo largo de todo el año. "No se observa dice el informe una concentración especialmente significativa de las compras efectuadas durante el periodo navideño que pudiera indicar que tuvieran como destino efectuar regalos en dicha época".

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De hecho, de las 24 compras realizadas por la trama en Loewe durante el periodo comprendido entre enero de 2003 y diciembre de 2005, sólo siete están fechadas en Navidad.

Que las compras se repartieran a lo largo del año tritura la coartada navideña que han ido deslizando distintos dirigentes del PP para justificar a Camps y su equipo. Un reloj Hublot (2.400 euros) como el que obtuvo la entonces consejera de Turismo, Milagrosa Martínez, no equivale a una lata de anchoas del Cantábrico. Pero fuera del periodo navideño equivale aún menos.

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En lo que se refiere al camuflaje de regalos, la policía detalla lo ocurrido con la joyería valenciana Iborra, donde Orange Market compraba pulseras náuticas de plata a discreción. Oficialmente, y eso quedaba reflejado en las facturas, las pulseras estaban grabadas con el logotipo de la empresa. La policía no se lo cree. Y baraja la idea de que, en realidad, la red no estaba comprando pulseras de plata de precio asequible sino regalos de lujo.

Falsear el concepto en las facturas, dice el informe, "es una práctica habitual empleada por la organización de Francisco Correa cuando se trataba de camuflar las compras de carácter particular efectuadas por los dirigentes y empresas de la organización, con destino a regalos para personalidades y/o cargos públicos afines a sus intereses".

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Para la policía resulta "igualmente significativo" que el número de pulseras compradas no constituyera una cifra "redonda" pese a que, oficialmente, se trataba de objetos de merchandising. "Se compran remarca el informe cantidades como 112, 38, 84, 144 o dos, algo que se presume curioso, si realmente se tratara de regalos de carácter promocional de empresa".

Fechado el pasado día 10, el informe sostiene que las facturas pudieron ser falsificadas. "No es desdeñable [pensar] que las facturas analizadas las de las pulseras habrían sido efectuadas a medida del cliente, en este caso Orange Market, al objeto de ocultar la realidad del objeto comprado (reloj, joya, etc.) y su destinatario final.

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