El Ramadán da un respiro en Melilla
Las asociaciones promotoras del boicot suspenden las movilizaciones hasta el final del mes sagrado musulmán
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Más ocupados en la ineludible tarea de ganarse el pan que en veleidades nacionalistas, la mayoría de los marroquíes que esperaban ayer para pasar a Melilla por el paso fronterizo de Beni Enzar asistió indiferente a la noticia de que el nuevo boicot a la ciudad autónoma promovido por dos asociaciones marroquíes había nacido muerto. Sus líderes anunciaron por la mañana su suspensión, al menos durante los 20 días que quedan para el final del mes de Ramadán, sagrado para los musulmanes. A partir de hoy, Melilla volverá a tener materiales de construcción y productos frescos procedentes de Marruecos. El bloqueo que se había anunciado para cuatro días, amenazado con prolongarse a 15 o incluso para siempre, ha durado al final menos de 24 horas.
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Frente a las furgonetas que pasan con las puertas abiertas para demostrar que no llevan mercancía, los líderes de la protesta, Abdelmounaim Chaouki y Said Chramti, atribuyen su decisión a un "pacto entre caballeros" con el presidente de la Asociación de Comerciantes del polígono de Melilla, Youssef Kaddour. Kaddour, un comerciante musulmán melillense de 35 años, les ha convencido con el argumento de que el boicot "perjudicaba sobre todo a los pequeños comerciantes de la ciudad". Trabajadores como Amar, un pescadero que explica con gesto resignado que ha tenido que echar el cierre de su puesto.
"Si durante estos días no se producen agresiones, pararemos el bloqueode forma definitiva"
A cambio de esta merced de las asociaciones marroquíes, Kaddour se ha comprometido a apoyar sus reivindicaciones si es que se reanuda el boicot, pues su suspensión no es aún definitiva. Los activistas la supeditan al cese de los supuestos abusos que "comete la policía española contra ciudadanos marroquíes".
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"Vamos a dejar aquí un equipo de vigilancia permanente, y si se reproducen los abusos, volveríamos a convocar el boicot para defender la dignidad de los marroquíes. Si durante estos 20 días, no se producen agresiones, suspenderemos el bloqueo de forma definitiva", explica Chaouki.
La explicación del "pacto entre caballeros" no acabó ayer con las cábalas sobre si el acuerdo no es sino una pantalla de humo para ocultar una orden venida desde lo alto, lo que explicaría el cambio de actitud y los inesperados gestos conciliadores de las mismas asociaciones cuyos líderes tildaban hasta el martes a los policías españoles de "terroristas" y "criminales". Los fotomontajes que ridiculizaban a las mujeres policía desaparecieron ayer por la mañana de la tierra de nadie junto al paso de Beni Enzar. De dos años a esta parte, esta estrecha franja de terreno hace las veces de oficina para las asociaciones que están en el origen de los incidentes en la frontera de Melilla.
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El SUP cree quelos autores de las protestas «tienen a alguien detrás»
El activista a quien algunos atribuyen la idea del boicot, Chaouki, niega haber recibido instrucción alguna de Rabat para deponer su actitud. Pero su afirmación no despeja las sospechas, alimentadas en parte por su compañero, Chramti un viejo conocido de la Justicia española, con la que tiene cinco causas pendientes que gusta de alardear de su influencia en las altas esferas. Estos días se pavoneaba por la tierra de nadie jactándose de que gracias a sus informes, "los abusos de la policía española en la frontera de Melilla han llegado a conocimiento directo del rey de Marruecos".
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Chaouki desvincula la decisión de suspender el bloqueo a la visita que el lunes efectuará a Rabat el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, un viaje que antes había menospreciado y del que ahora dice que espera que "sirva para algo". Ese algo es que "las autoridades policiales de Melilla cambien de actitud". La Coordinadora de Asociaciones Civiles del Norte de Marruecos, que preside Chaouki, ha dado una tregua a Melilla, pero no a Ceuta. El ubicuo activista ha confirmado a este diario que su grupo y el Comité Nacional para la Liberación de Ceuta y Melilla, del que es representante de relaciones exteriores, han convocado una manifestación este sábado en el paso fronterizo ceutí del Tarajal para reclamar la "marroquinidad" de la ciudad.
Julián Millán, secretario general en Melilla del Sindicato Unificado de Policía (SUP), se pregunta en voz alta acerca del "carro al que se está apuntando ahora esta gente: ¿no dicen que iniciaron el bloqueo por el maltrato de la policía de Melilla? ¿Es que también la policía de Ceuta maltrata?". Millán está convencido de que la protesta perseguía "un fin concreto" y de que sus autores seguramente "tienen a alguien detrás", aunque le parece inverosímil que ese objetivo sea "recuperar Ceuta y Melilla" para Marruecos.
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"Lo que es inconcebible es el hostigamiento que se ha producido por parte de esta gente a la policía, y sobre todo a las policías. No puede ser que un agente esté a un metro de la verja pidiendo la documentación y al otro lado personas que te insultan y te escupen sabiendo que tienes una prohibición expresa de atravesar la frontera", se lamenta el portavoz policial.
La suspensión del boicot es un respiro que los policías de Melilla esperan que sea definitivo. Sin embargo, el secretario general del SUP en la ciudad autónoma teme que lo que al final se ha quedado en dos días de bloqueo tenga consecuencias inesperadas. Una de las peores puede ser que el desprecio hacia las mujeres policía "haya calado" entre alguno de los 30.000 marroquíes que cada día entran en la ciudad. Aparentemente ajena a este riesgo, una de las agentes que aparecía en el insultante fotomontaje trabajaba ayer junto a una compañera a dos pasos de la verja de Beni Enzar.
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Varios ciudadanos marroquíes han retirado hoy las pancartas críticas contra España que se colocaron en la denominada "tierra de nadie" situada en la frontera de Melilla y Marruecos. Las pancartas estaban amarradas a las vallas de la zona fronteriza junto a banderas marroquíes, que se han dejado instaladas.