Rajoy insiste en que Zapatero traicionó a los muertos de ETA
Aznar denuncia el "juego temerario" del Gobierno con la banda
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El PP se dio ayer un auto homenaje. Nostálgico, para algunos de sus dirigentes. Reivindicativo, según otros. José María Aznar reunió a sus tres ministros de Interior (Jaime Mayor Oreja, Ángel Acebes y Mariano Rajoy) en la presentación de España, camino de libertad, un libro escrito por el diputado Ignacio Cosidó y Óscar Elía, de la fundación FAES, en el que repasan la política antiterrorista de los gobiernos conservadores.
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Todos ellos aprovecharon para exigir a José Luis Rodríguez Zapatero que no vuelva a negociar con ETA y no permita que el entramado político de la banda terrorista regrese a las instituciones en las elecciones de 2011.
Durante su intervención, Rajoy insistió en que con los terroristas "ni se negocia, ni se dialoga". "Al chantaje del terror no se cede. Por razones morales, democráticas y porque negociar con ETA es mantener viva su esperanza", proclamó. A su advertencia se sumaron las críticas. La principal, echarle en cara a Zapatero que tratara de negociar con ETA durante la legislatura pasada. "Quiero pensar que no se va a repetir nunca y, si se repitiera, actuaré como entonces", adelantó. Se refería a su actuación en el debate sobre el estado de la nación de 2005, donde Rajoy acusó al jefe del Ejecutivo socialista de "traicionar a los muertos". Sus palabras generaron mucha polémica y hasta en sus filas las consideraron "excesivas".
Lejos de olvidarlas, ayer Rajoy las recuperó y se ratificó en ellas. Eso sí, sin pronunciarlas de nuevo: "Que no me vea obligado a decirle a ningún presidente lo que le dije. Yo garantizo que a mí nunca me lo podrá decir nadie", comentó en medio de los aplausos del público.
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Ahora que se habla de que Batasuna podría emplazar a la banda terrorista a abandonar las armas y decretar una nueva tregua para el verano, el líder del PP quiso marcar terreno: " Ni ETA ni sus franquicias se pueden presentar nunca a ninguna elección democrática y ETA es un todo, no es sólo un pistolero. Y hay que luchar contra el todo utilizando todos los instrumentos que nos da la ley y nada fuera de ella", dijo alertando de que los comicios serán "un test definitivo".
Rajoy señaló que "los errores siempre se pagan" y, de paso, cargó contra la situación económica. Aznar había hecho un paralelismo similar. El presidente de la FAES también alertó sobre "el juego temerario de los que quieren experimentar con nuevas operaciones de distracción". A su juicio, es "de los que alimentan falsas expectativas que no son más que un plato recalentado de la cocina de ETA, aderezado por sus apoyos políticos y presentado por supuestos mediadores internacionales para hacerlo más atractivo a las voluntades erráticas y a los cálculos oportunistas".
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En el PP creen que el fin de ETA podría estar cerca y que el Gobierno podría rentabilizarlo electoralmente. Por eso, el autor, Ignacio Cosidó, quiso diferenciar a su formación de las demás resaltando que "jamás negoció con ETA" cuando gobernó. "No hubo loiolas, ni de juanas, ni faisanes", resaltó. Olvidaba que el propio Aznar reconoció hace meses que autorizó contactos con ETA, tras el alto el fuego de 1998, y que confirmó que en junio de 1999 hubo una reunión a la que mandó a Javier Zarzalejos, Ricardo Martí Fluxá y Pedro Arriola.
Por su parte, Acebes pidió que no se le reconozca a Batasuna "una naturaleza y vocación distintas de las de ETA", porque ese era "el paso previo a su reconocimiento como actor político legitimado para concurrir a unas elecciones". "Es decir, el mayor balón de oxígeno que podría recibir", destacó. Fue la única persona que recordó a la ex presidenta del PP vasco María San Gil.
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También habló Mayor. El portavoz del Partido Popular en Europa aseguró que la crisis, la debilidad institucional y el Estatut catalán "acrecientan las esperanzas" de ETA. Y mantuvo que el Ejecutivo está preparando "una segunda parte más sofisticada" de la negociación política.