El proceso de la abdicación

No hay precedentes. Lo más parecido, hace 37 años, la renuncia a los derechos dinásticos de Don Juan, el padre del Rey, sin haber llegado siquiera a reinar. Es algo tan inédito, que ni siquiera hay una ley para regular el proceso. A pesar de que había voces reclamándola desde hace años. El presidente del Gobierno ha anunciado con urgencia un consejo de ministros que se reunirá mañana para poner en marcha esta norma mediante una ley orgánica. Este tipo de leyes sólo se desarrollan para materias sensibles como derechos fundamentales o estatutos de autonomía y requieren para su aprobación una mayoría absoluta en el Congreso y el Senado que exigirá acuerdos entres los partido para alcanzar un amplio consenso. En este caso además, en tiempo record. Aunque podría el desarrollo de la norma podría aprovecharse para establecer el Estatuto del Rey. Parece que la esa ley podría apenas constar de dos puntos, uno para aprobar la abdicación y otro para establecer cuando entra en vigor. En todo caso, algunos expertos consultados, aseguran que lo previsible ques no haya vacío de poder desde la salida del rey y la sucesión de su hijo, independientemente de que los actos oficiales se produzcan meses después.