El presidente se prodiga en elogios a Tomás Gómez en su reencuentro
"En Madrid lo mejor está por venir y lo vas a hacer tú", le dice. El líder del PSM le agradece su apuesta por la democracia interna
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Llevaban 16 meses sin coincidir en un mitin en la Comunidad de Madrid. Con unas primarias de por medio en las que José Luis Rodríguez Zapatero vio fracasar su apuesta por Trinidad Jiménez. Así que el morbo estaba ayer domingo servido. "Tenía unas enormes ganas de estar contigo, en un acto aquí, en tu casa", arrancó Tomás Gómez, el secretario general de los socialistas madrileños y cabeza de lista el 22-M.
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El presidente le correspondió en halagos y en gestos de cariño. Le dio palmadas en la cara, le abrazó y repartió sonrisas a los partidarios de Gómez y de Jiménez –entre ellos, el cabeza de lista por el Ayuntamiento de Madrid, Jaime Lissavetzky–. Y piropeó al candidato desde el principio: "Tengo ganas de decir algunas cosas, de explicar las cosas que nunca dice y oculta Telemadrid". "¡Dale caña a la bruja!", gritaron en la grada del pabellón Virgen del Val de Alcalá de Henares, aludiendo a Esperanza Aguirre.
Zapatero después se empeñó en desmontar la estrategia victimista de la presidenta, recalcando que desde 2004 el Gobierno central ha invertido 20.000 millones en la Comunidad. Y con el Plan E, se han realizado 2.687 obras en toda la región, con un desembolso de 1.754 millones de euros.
Tras los números volvieron los elogios: "Tomás, en Madrid lo mejor está por venir y lo vas a hacer tú". El auditorio le vitoreó. "Lo vas a hacer con la fuerza que te hemos escuchado, las convicciones y la sinceridad con la que te has dirigido a todo el mundo. Incluido a mí". La frase tenía su miga: se remontaba al pasado 7 de agosto, cuando Gómez se negó a ceder el paso a Jiménez y forzó las primarias. "Comprenderás que eres de los que tengo más ganas de que ganes –le dijo–. No me puedes privar de esa satisfacción".
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Gómez, por su parte, elogió a Zapatero por haber "profundizado" en la democracia interna del PSOE: "Nos has enseñado que elegimos a quienes queremos. Queremos a quienes elegimos". Y recordó, frente a las prisas del PP, que a Zapatero aún le queda un año de Gobierno, "300 días" de crédito de la legislatura. Los cumplidos al presidente fueron también reiterados por los dos teloneros del mitin, Eusebio González, líder local del PSOE, y Javier Rodríguez, candidato a la Alcaldía de Alcalá.
El secretario general del PSM desplegó con fuerza el discurso "de izquierdas" que enfatizó en las primarias y que ayer fue muy aplaudido. Presentó a Aguirre como una presidenta "clasista", una "privilegiada que gobierna sólo para los privilegiados", para su "círculo de amigos", las "élites". Quiere hacer de la Comunidad, en suma, un "Madrid, SA". Gómez prometió dirigirse a los que "lo tienen difícil". "Son nuestra gente", clamó entre gritos de "¡presidente!". Y para ellos promoverá los "ascensores sociales". O sea, la justicia social, la educación o la igualdad de oportunidades.
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Zapatero preñó su discurso de varias alusiones a la cadena pública madrileña. Desde el primer minuto: "Si a Tomás Gómez le sacaran lo que se merece en Telemadrid, iba a tener una victoria más abultada el 22-M", ironizó. Pero cuando su mitin entraba en su recta final, el auditorio chilló: "¡Fuera, fuera, fuera!". En ese momento una periodista de Intereconomía se había desplazado a la grada para grabar una intervención a cámara. Llovieron los silbidos, los abucheos. Zapatero se paró. Pidió que se templaran los ánimos. Y persuadido él (y el público) de que el incidente era por la cadena autonómica, aplacó: "La cuestión no son los trabajadores de Telemadrid, sino quién manda". Es decir, Esperanza Aguirre, vino a decir. La algarada continuó cuatro minutos. El presidente marcó diferencias con TVE que, aunque "critica" al Gobierno, "respeta la inteligencia" de los telespectadores.