La bancada socialista se mostró exultante tras el 'cara a cara' entre el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el líder del PP, Mariano Rajoy, al considerar que el jefe del Ejecutivo 'ha barrido' y que el Partido Popular se ha comportado como Holanda en la final del Mundial de Sudáfrica. Esas son algunas de las conclusiones que sacan desde el grupo socialista del Congreso tras el enfrentamiento entre Zapatero y Rajoy, en la sesión vespertina del debate sobre el estado de la nación.

Ha sido necesario esperar hasta la tarde para que se hablara de fútbol en el Palacio de las Cortes, aunque fuera de forma indirecta, cuando desde el grupo socialista se ha comparado el comportamiento de los parlamentarios del PP con el juego 'agresivo' de la selección holandesa contra la Roja en la final de Johannesburgo, que finalmente ganó el equipo de Vicente del Bosque.

El presidente del Congreso, José Bono, ha tenido que llamar al orden en varias ocasiones porque, según el análisis del PSOE, mientras Rajoy 'estaba dando patadas' como los jugadores holandeses, los diputados del PP 'no hacían más que quejarse'. Los más optimistas en el PSOE, incluso, han diagnosticado un 'hundimiento de Rajoy', y destacan que el líder de la oposición ni siquiera 'se ha molestado' en subir a la tribuna de nuevo en su dúplica, en la que ha permanecido en su escaño y ha prometido ser breve porque 'esto no da más de sí'.

'No hay color', según constatan varios parlamentarios socialistas al ser preguntados por la intervención de Zapatero y Rajoy. Para el grupo socialista, éste ha sido 'el mejor debate' de los últimos años, con un Zapatero que se 'ha crecido' esta tarde y 'ha barrido' a Rajoy, después del discurso de esta mañana del presidente del Gobierno, que el PSOE había considerado 'un poco frío' y 'demasiado técnico'.

Según estos diputados, Rajoy no ha presentado 'ni una sola medida y ha dicho a todo que no', pero ha reclamado hasta en tres ocasiones un adelanto electoral -dicen- creyendo que Zapatero y el Gobierno están tan desgastados que la celebración ahora de los comicios generales le permitiría llegar a la Moncloa. Dado que el jefe de la oposición 'se ha negado' a entrar en nada y ha dicho a todo que no, el 'cara a cara' ha terminado escorándose hacia el 'cuerpo a cuerpo', admiten, con una confrontación 'intensa', que ha subido la temperatura del hemiciclo.