Polémica por la prórroga de diez años a Cofrentes
Los ecologistas piden que se aplace hasta revisar la seguridad
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El Gobierno ha autorizado a la central nuclear de Cofrentes (Valencia) a que opere durante diez años más. La prórroga fue concecida el 10 de marzo, la víspera del terremoto de Japón. Durante varios días, el Ministerio de Industria se ha resistido a hacer pública su decisión, que no se conoció hasta ayer pese a los requerimientos de la prensa.
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Industria basa la autorización en el informe emitido a mediados de febrero por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN). El organismo dio su visto bueno a la prórroga, con la condición de que Iberdrola, propietaria de la central, introduzca mejoras. El CSN le pide, por ejemplo, que reduzca la radiactividad que reciben sus trabajadores. También solicita que mejore su seguridad respecto a posibles agresiones externas, después de que varios activistas de Greenpeace consiguieran entrar al recinto el 15 de febrero.
La decisión se tomó el día antes del terremoto, pero no se conoció hasta ayer
Industria anunció ayer que el CSN analizará de nuevo la situación de Cofrentes "a la luz de los nuevos acontecimientos", en referencia al seísmo de Japón, "por si fueran necesarias actuaciones complementarias". No obstante, fuentes del Ministerio afirmaron que en ningún caso esta revisión supondrá una revocación de la prórroga.
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Ecologistas y partidos criticaron la decisión del Gobierno. Carlos Bravo, de Greenpeace, la calificó de "irresponsable", informa Europa Press. Consideró que la autorización debe postergarse a la espera de las pruebas de seguridad. También Ecologistas en Acción consideró "contradictorio" tomar la decisión sin esperar a que el CSN vuelva a pronunciarse. Según la organización, es una muestra de que "digan lo que digan" los exámenes, "ya está escrito el resultado".
Compromís acusa a Zapatero de incumplir su programa electoral
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La plataforma Tanquem Cofrents (Cerremos Cofrentes), formada por grupos ecologistas y colectivos sociales, pidió el cierre inmediato de la central y anunció que se suma a la concentración antinuclear convocada para hoy en Valencia por Ecologistas en Acción. El colectivo destacó que la instalación valenciana es "muy similar" a la que ha sufrido daños en Japón, pero "con un blindaje peor y sin sus medidas antisísmicas". El colectivo denunció el pasado viernes, en una comparecencia conjunta con Greenpeace, fallos de seguridad en la central, como 100 incidentes de nivel 0 (el más bajo posible) y dos de nivel 1, además del triple de radiación en la plantilla en relación a otras centrales.
Tanquem Cofrents achacó esta situación a la antigüedad de la central, de 27 años. Iberdrola negó de forma categórica que exista riesgo alguno y aseguró que la radiación que reciben los trabajadores está muy por debajo de lo permitido.
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En el ámbito político llovieron las críticas al Gobierno socialista por parte de los partidos situados a su izquierda. Enric Morera, del grupo parlamentario Compromís, acusó al presidente Zapatero de incumplir su programa electoral. IU calificó la decisión de Industria de "auténtica locura" y pidió el cierre de la central.
El Ayuntamiento de Cofrentes, de unos mil habitantes, afrontaba la decisión con tranquilidad. Su alcalde, Raúl Ángel, manifestó su confianza en el CSN. Se mostró satisfecho con las medidas de prevención, que incluyen simulacros y cursos de formación. Desde 1990, se han hecho 85 actividades de prevención, según la Delegación del Gobierno en Valencia. El último simulacro se hizo en 2008, con personal de cinco consistorios.