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La nueva financiación entra en la fase clave sin pacto a la vista

En la víspera de conocer la balanza fiscal las comunidades tensan el debate

FERRAN CASAS/AIDA M. PEREDA

Tres semanas quedan para que, según el Estatut aprobado por las Cortes, se pacten los principios generales del nuevo sistema de financiación autonómica, que deberá generalizarse a las comunidades de régimen común. El vicepresidente Pedro Solbes negocia de bilateralmente y en sigilo con sus homólogos autonómicos pero los acuerdos parecen lejanos pese a que se comprometió a hacer una propuesta firme de revisión del modelo en el Consejo de Política Fiscal y Financiera de la semana que viene. En medio del secretismo y el escepticismo sobre los plazos el ministerio dará  hoy a conocer las balanzas fiscales entre el Estado y las autonomías (la diferencia entre los impuestos que paga un territorio a la administración central y lo que ésta le revierte en inversión), que llegan con dos meses de retraso y después de años de peticiones baldías.

Formalmente tanto las autonomías socialistas como las del PP sostienen que las balanzas (calculadas por los técnicos del ministerio con dos métodos diferentes) no tienen que ver con la financiación ni la condicionarán. Los nacionalistas catalanes, en cambio, las quieren como referencia desde la certeza que dejarán al descubierto una situación a corregir. Lo cierto es que serán utilizadas como arma arrojadiza o argumento, según el caso.

Ayer los implicados velaban armas. A Solbes los primeros en presionarle eran los socialistas catalanes, sabedores de hasta qué punto la estabilidad y la capacidad de maniobra del Govern depende de lo que se acuerde en agosto y se plasme en las cuentas del Estado de 2009. El conseller de Economia Antoni Castells avisó que en este debate “está en juego el modelo de España”, en referencia al salto federal que para el PSC se debe dar con el nuevo modelo. Para Castells en el debate “irresuelto” se contraponen el federalismo y la visión unitaria de España.

Miquel Iceta, portavoz del PSC y representante del partido en la dirección del PSOE, fue más prosaico y advirtió que Catalunya (que ha situado ya su déficit fiscal en un 9,5% del  PIB) no firmará la financiación si no se ajusta al Estatut. El presidente balear, Francesc Antich (PSOE), avisó que su comunidad sólo podrá seguir siendo solidaria si el nuevo sistema “no le penaliza” como ahora.

Frente a ellos el andaluz Manuel Chaves aseguraba tener garantías que las balanzas no condicionaran el nuevo modelo. En eso le apoyó ayer el PP. Afirmó que es consciente que Andalucía aparecerá como receptora neta pero que le parece bien la transparencia, al contrario que a Juan Carlos Rodríguez Ibarra. Ayer el PSOE extremeño le apoyó pero se conforma con que no condicionen la negociación.

Artur Mas (CDC) compensar el déficit fiscal de Catalunya. El secretario general de CDC Artur Mas afirmó ayer que para su partido el nuevo modelo debe compensar el déficit fiscal catalán. El líder nacionalista había aceptado el día antes la mano tendida que con él tiene Castells en pro de la unidad de los partidos catalanes en este asunto. El conseller insistió también ayer.

Joan Puigcercós (ERC) denuncia la 'inmoralidad' de vincular financiación a crisis. El presidente de Esquerra considero una 'inmoralidad' que el vicepresidente Solbes se sirva de la crisis económica para rebajar las expectativas en torno al sistema de financiación. Afirmó que el modelo del Estatut es 'lo que le toca' a Catalunya y que no aceptará nada por debajo.

Josep Maria Pelegrí (UDC) moneda de cambio para los presupuestos del año 2009. El secretario general de Unió y número dos de Duran sostuvo que para apoyar los presupuestos de Zapatero para 2009 CiU exigirá no sólo medidas contra la crisis económica sino un modelo de financiación autonómica que colme las demandas catalanas.

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