"Ni carne ni pescado, hoy no tenemos para pagar la hipoteca"
Rubalcaba explica su apoyo a la reforma constitucional con un simil "a ras de suelo"
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El candidato socialista a las elecciones generales, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha admitido que "tenía reticencias" sobre la reforma constitucional para limitar el déficit que han acordado PSOE y PP, pero ha terminado defendiendo su redacción final porque "tiene que ver con el pasado, con el presente y con el futuro".
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"He oído a compañeros que tienen y tenían reticencias, yo mismo he tenido reticencias", ha asegurado Rubalcaba, quien considera que, una vez que los que dudan lean el acuerdo, "muchas habrán desaparecido". "Les pido que se lean el acuerdo", ha aseverado. Sobre si debe o no llevarse a consulta popular, el candidato socialista se ha limitado a decir que su posición "es la de la Constitución" y que al no modificarse un "derecho fundamental", el referéndum no es necesario.
El candidato insiste en el carácter flexible del acuerdo
Para simplificar la importancia del acuerdo, Rubalcaba ha acudido a un símil "a ras de suelo". "Esto es como una familia que se levanta y se pregunta qué va a desayunar. El padre dice carne. La madre dice pescado. Y el hijo dice: ni carne ni pescado, hoy tenemos que pagar la hipoteca".
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Menos explícito ha estado a la hora de aclarar si ha participado o no en las negociaciones, después de que la portavoz del PP en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, asegurase que no se sentó a negociar con el candidato. "No sé cuántas negociaciones he tenido en mi vida y lo último que me ha importado es quién maneja el timón. Yo quería un acuerdo y ese acuerdo está conseguido", se ha limitado a decir.
"Si algo hemos aprendido es que tener deuda no es algo bueno"
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Rubalcaba considera que la reforma tiene que ver con el pasado, con el presente y con el futuro. Con en el pasado España se endeudó mucho. "Si algo hemos aprendido es que tener deuda no es algo bueno", ha afirmado. Con el presente porque "en crisis uno no puede perder la confianza de los inversores". "Esta decisión tiene el sentido de reforzar la confianza de los inversores para decirles que España es un país serio y solvente que paga sus deudas". Y con el futuro porque, según Rubalcaba, "tratamos de sentar un principio fundamental: a partir de ahora el sobreendeudamiento no se puede producir. Los errores del pasado no se van a volver a producir".
También ha defendido la celeridad de la reforma por el mes de agosto marcado por la inestabilidad ("no ha sido un mes tranquilo", ha dicho) y por la necesidad de dar tranquilidad a los inversores de aquí a dentro de diez años. "Pedimos dinero y lo pagamos en diez años, por eso la perspectiva hasta 2020. Les decimos que entonces tendremos estabilidad presupuestaria", ha explicado.
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El exministro ha hecho énfasis en la flexibilidad que se ha introducido finalmente en el acuerdo. "Lo que queríamos en el PSOE es todo lo que dije en mi discurso del 9 de julio (cuando comunicó su decisión de abandonar el Ejecutivo)", ha asegurado. "La estabilidad es fundamental pero también necesitamos elementos de flexibilidad que nos permita reaccionar ante las coyunturas económicas".
Según Rubalcaba, en el acuerdo se han introducido "elementos de flexibilidad" como son que no haya "límites numéricos en la Constitución" sino que "se lleve a ley orgánica". "Eso no significa que no se recoja el compromiso de estabilidad en la Constitución", ha aclarado, para afirmar que esa era su idea inicial.