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Linde ve "riesgos" de que no se cumpla el déficit de 2012

El gobernador del Banco de España asume que, si no se llega al desfase del 6,3% pactado con Bruselas, harán falta más recortes. Califica de "optimista" la previsión del Gobierno de que la economía caerá

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Todavía puede haber más dolor para los ciudadanos. Más sacrificios si se cumplen los malos augurios expresados por Luis María Linde, el gobernador del Banco de España, que esta mañana compareció en la Comisión de Presupuestos del Congreso. El jefe del órgano supervisor, nombrado el pasado junio por el Gobierno, afirmó ante los diputados que la información de que dispone la institución "indica que existen riesgos de desviación del objetivo fijado para este año, 2012". Un jarro de agua fría para el Ejecutivo, que insiste en que cumplirá "sí y sí" con el techo de desfase de las cuentas públicas previsto para este año (6,3%) y el próximo (4,5%) y que hace sólo dos días logró un pacto de mínimos con todas las comunidades autonómas de acatar estrictamente las cifras de déficit. Y por tanto, si hay "riesgos", puede haber consecuencias directas: "Dada la importancia de cumplirlo –añadió Linde–, habrá que considerar las medidas adicionales que lo hagan posible en el marco que proporciona la Ley de Estabilidad Presupuestaria", norma que encorseta el margen de maniobra de las administraciones públicas y prevé incluso la intervención de las comunidades si se desmandan en sus obligaciones de reequilibrio presupuestario.

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"Medidas adicionales" es un eufemismo puro de recortes. El propio Linde lo aclaró a los periodistas a la salida de su comparecencia en la Cámara baja. No quiso recomendar al Gobierno qué iniciativas podría tomar en caso de que se sobrepasara el 6,3%, pero sí que tendría que adoptar las lógicas: "Medidas para aumentar ingresos y rebajar gastos". Recortes y subidas de impuestos, en román paladino. 

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El impacto de una caída del PIB cerca del 1,5% sería de tres décimas de déficit

Ante los diputados, el gobernador explicó que las "desviaciones observadas" se deben, en buena parte, por la "negativa evolución de los ingresos públicos" que se deriva por la naturaleza del "ajuste" que el Gobierno está operando a la economía española. Ello hace que la "única fuente de mejora en la actividad" sea la actividad exterior, dado el escaso dinamismo económico.

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Pero las malas noticias no sólo se ciñen a 2012. Linde dedicó parte de su intervención al análisis de los Presupuestos del próximo año. Y criticó, por "optimista", la previsión que el Ejecutivo de Mariano Rajoy tiene de que el PIB cederá sólo un 0,5% en 2013, cuando la mayoría de organizaciones internacionales y analistas suben la cifra en el -1,5%. "Si, efectivamente, la caída en la actividad en 2013 se sitúa más cerca del 1,5% que del 0,5%, el impacto previsible sobre el déficit puede estimarse en tres décimas de PIB. Esta desviación es importante, pero sería posible su corrección en el curso del año", expresó Linde, relajando algo de pesimismo a la estimación.

Dicho de otro modo: que aunque las cuentas del Gobierno sean "seguramente optimistas", no son "graves" ni deberían "restar credibilidad al ejercicio de consolidación fiscal que se acomete en 2013". Ahora bien, si se llega a materializar una "evolución de los ingresos peor de lo esperado en 2012", y el Banco de España no lo considera "descartable", supondría una "dificultad para la consecución de las metas fijadas para 2013, que vendría a añadirse a los posibles efectos de una caída en el PIB" mayor de la programada en los Presupuestos.

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Linde cree que la reforma laboral era "ineludible", pero prevé creación de empleo sólo en 2014

Entre los "riesgos" claros figura la revalorización de las pensiones. Linde sugirió al Gobierno que no las actualice conforme al IPC, porque ello impactaría en el déficit y hundiría la credibilidad sobre el saneamiento de las cuentas públicas. No dejó de repetir que la acomodación de las pensiones a la inflación es una "decisión grave" y "muy importante" que debe tomar el Ejecutivo para noviembre. Y, si determinase subirlas, tendría "consecuencias" sobre el déficit para este año y para los siguientes, pues ese aumento de las prestaciones se va afianzando. El supervisor no precisó cuántas décimas podría suponer el desvío. Sólo habló del coste: "Dado que se prevé un incremento [del IPC] del 3,5% y que la compensación podría situarse en torno al 2,5% [ya que los Presupuestos contemplan una subida del 1%], ello supondría un incremento de gasto de unos 3.000 millones de euros en 2012, que se consolidan en 2013 y ejercicios futuros". Por tanto, revalorizar las pensiones "es otro riesgo que existe para cumplir el 6,3% de este año". Lo que está claro es que el Gabinete de Rajoy huye de decir qué hará cada vez que se le plantea la cuestión. Cosa que tampoco gusta a Linde: "Hay una decisión que tomar en pensiones y hay que enfrentarla". 

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El gobernador incidió mucho en su intervención en la pata de la "credibilidad" y "confianza" que debe proyectar España hacia fuera. Por eso aplaudió la panoplia de reformas estructurales emprendida por el Ejecutivo de Rajoy. Empezando por la laboral, que juzgaba "ineludible", y siguiendo por los recortes acometidos durante este año, las subidas de impuestos –que todavía tendrán un impacto "significativo" en 2013–, la reestructuración financiera ordenada por Bruselas... Subrayó que, de hecho, el "problema más urgente" al que se enfrenta España es "recuperar la confianza de los mercados". La receta del supervisor camina en la línea del Ejecutivo: "No hay otro modo de conseguirlo que cumplir con los objetivos de consolidación fiscal", culminar la reforma del sistema bancario, "continuar con el proceso de desendeudamiento privado y público y profundizar en las reformas acometidas para mejorar nuestra competitivad". Sólo así, concluyó, sería posible "volver al crecimiento económico y a crear empleo neto". Pero, ojo, sólo, "en 2014". No antes.

Los grupos de la oposición atacaron por el flanco previsible, servido en bandeja por el gobernador: el escaso realismo de las cuentas de 2013. Así lo expusieron los portavoces del PSOE (Valeriano Gómez), CiU (Josep Sánchez Llibre) y Álvaro Anchuelo (UPyD). Luis María Linde acentuó su distanciamiento con el Ejecutivo: "Prever una recesión del PIB para 2013 del 0,5% está, como se dice en la jerga de los economistas, fuera de consenso. Es un hecho innegable y no lo voy a negar. Ahora el consenso [de analistas y observadores] está en torno al 1,5%". En cambio, lo que sí está dentro del consenso, dijo, es la previsión de que las exportaciones sigan al alza.

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Pero además Gómez preguntó por un asunto que el jefe de la institución no tocó en su exposición inicial: el presumible rescate de la economía española, al que el PSOE se opone. Linde no anticipa que, en caso de que el Gobierno lo pida, implique más recortes: "No creo que las condiciones que fueran a establecerse implicasen ajustes de gasto demasiado importantes. Yo creo que [las condiciones] irían más por vías de supervisión, vías estructurales, a plazo medio y largo, temas de información... Podría haber alguna medida que afectase a asuntos de gasto, pero no me parece a mí que ese acuerdo [el nuevo memorando de entendimiento, MoU, que España tendría que firmar] implicase nada demasiado importante. La nueva condicionalidad podría ser asumible". El gobernador empleó el término maldito por el Gobierno, "rescate", si bien añadió que no le gusta la palabra porque no sería un auxilio semejante al prestado a Grecia, Irlanda y Portugal, sino una intervención del Banco Central Europeo en los mercados secundarios de deuda siempre que España pida la ayuda a la UE y los miembros del Eurogrupo la acepten por unanimidad

Anchuelo le preguntó si las tensiones territoriales derivadas de la apuesta soberanista de Artur Mas estaban incidiendo en la credibilidad del país. Linde lo negó: "No creo que esa posibilidad [de la independencia de Catalunya], que parece remota, haya influido de verdad en nuestros parámetros económicos, en nuestra deuda o en nuestros problemas de financiación". El gobernador agregó que no hay "ningún cálculo, ninguna estimación" del impacto de "amenazas eventuales de secesión".

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Linde se detuvo poco en la reforma del sector bancario porque ya está casi todo contado. Subrayó que las pruebas de esfuerzo de Oliver Wyman, publicadas el pasado viernes, han supuesto un ejercicio de destape de las entidades financieras "sin precedentes" y que ayudarán a la reestructuración. No obstante, "aún queda camino por recorrer en el saneamiento de nuestro sistema bancario". Ahí está el calendario. Antes de diciembre estarán aprobados los planes de reforma o resolución de entidades participadas por el FROB. Antes de noviembre tendrán que estar listos los planes de recapitalización de los bancos que no puedan afrontar sus déficits de capital sin ayuda pública. Los que tengan necesidades de capital pero no quieran recurrir al FROB tendrán que ejecutar sus planes antes de junio de 2013. Y el banco malo, que estará en funcionamiento a principios del próximo año, es una "pieza importante" porque permitirá completar la limpieza de entidades intervenidas y "dará un horizonte adecuado de gestión y venta para la masa de activos que van a ser transferidos". 

Las ayudas a la banca hacen aumentar el déficit en 1,1 puntos este año, del 6,3% previsto al 7,4%, según anunció Cristóbal Montoro el sábado pasado en la presentación de los Presupuestos de 2013. Este jueves Linde convino con el ministro de Hacienda en que ese incremento del agujero se computa como déficit nominal, no como déficit estructural, ya que es una operación one-off (puntual), y porque se espera que ese dinero público retorne al erario. El gobernador explicó que se han incluido esos 30.000 millones en las cuentas porque se prevé que lleguen antes de fin de año a través del mecanismo del fondo de rescate temporal (FEEF). 

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