Libros Abusos sexuales, acoso laboral, clasismo: una visión de la mujer en los ejércitos
El ex teniente Luis Gonzalo Segura vuelve a la carga con un nuevo libro, 'En la guarida de la bestia' (Ed. Foca, 2019), en el que realiza una labor de recopilación de casos de abusos contra mujeres en los Ejércitos. Y lanza un alegato contra la Justicia militar, que "abre la puerta a la impunidad" de este tipo de casos.
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Madrid, Actualizado:
Este año se cumplían 30 años de la incorporación de las mujeres a las Fuerzas Armadas españolas, un importante motivo de celebración. Pero existe otra cara de esa realidad. Algunas de nuestras militares han sido acosadas, vejadas, maltratadas y discriminadas simplemente por el hecho de ser mujer. Los protocolos de actuación no han funcionado casi nunca, como tampoco lo hace el propio sistema de denuncias. Sólo conocemos aquellos casos en los que ellas tienen el valor de dar un paso adelante, a sabiendas que pagarán dos veces: como víctima de abusos y como traidoras.
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El ex teniente Luis Gonzalo Segura vuelve a la carga con un nuevo libro, 'En la guarida de la bestia' (Ed. Foca, 2019), en el que realiza una labor de recopilación de casos de abusos contra mujeres en los Ejércitos, con una contundente y amarga denuncia que ya se puede leer en su prólogo: "La violencia a la mujer no sólo está permitida sino amparada y premiada".
Segura, que ha recopilado más de una treintena de denuncias de acoso sexual o laboral contra nuestras militares, se centra en contar la historia que hay detrás de cada una de ellas. También habla de las madres militares y de sus problemas para conciliar su vida familiar con su vocación. Y refleja, a menudo desde la desazón y hasta desde la indignación, las consecuencias para quienes son responsables de este acoso, quienes muy a menudo se van de rositas.
"Como cuento en el libro, era un trabajo que no existía", comenta Segura en conversación telefónica con Público, y añade: "Yo he vivido en primera persona casos de personas que han llegado a intentar suicidarse". Impresionado por este tipo de situaciones tan límites, se puso manos a la obra.
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En el recorrido que hace este ex militar por los casos publicados, destacan algunos porque son difíciles de comprender. Como el del "capitán condenado por 28 agresiones sexuales que sigue aún en las Fuerzas Armadas", que siguió perteneciendo a las FFAA e incluso fue condecorado un día antes de entrar en prisión para cumplir algo menos de tres años de prisión. Pero hay más, muchos más.
Repasa también la denuncia por acoso sexual y laboral de la ex comandante y actual diputada del PSOE Zaida Cantera, muy mediático y que ofreció a los españoles por primera vez "una serie de claves muy importantes" sobre cómo era la realidad del acoso sexual en el Ejército.
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Hay mucho más, claro: mujeres soldado expulsadas tras denunciar acoso (y más tarde readmitidas por la presión social), acosadores exonerados por razón de su cargo, vejaciones excusadas por el "lenguaje castrense" ("deja de hacerte dedillos", "gorda", "puta", "zorra"...).
O los casos de la juez y comandante Patricia Moncada, expedientada mientras investigaba un caso de corrupción en el ejército. O el de la piloto Patricia Campos, quien dejó las Fuerzas Armadas por su "condición de homosexual y mujer".
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Uno de los asuntos en los que más se detiene el autor es la "anomalía anacrónica" que supone la actual Justicia militar. "No a la Justicia militar", insiste Segura al teléfono, "es algo que me parece básico, que no existe en el resto de Europa; y aunque el acoso y la discriminación se da en todas partes, que exista esta jurisdicción es una puerta a que todo eso quede impune".
Segura reivindica que "la mujer militar es una mujer" que cumple su sueño. Por contra, denuncia que "no es mujer" para la izquierda, ni para la derecha, ni para los políticos, los medios de comunicación. "Me gustaría que la gente comprenda que hay auténticos dramas detrás de todo esto, y creo que había que arrojar luz a estas historias", concluye Segura. "Duele ver cómo de alguna forma cómo todos se han desentendido de estas injusticias, hay que despertar".