El movimiento verde español nunca se ha caracterizado, a diferencia de lo que pasa en el norte de Europa, por su fuerza electoral ni por su cohesión. A la sopa de siglas se ha añadido, a menudo, la asunción, de forma más o menos sincera, de postulados ecologistas por la izquierda clásica.

Las europeas del 7-J se prevén reñidas en el frente verde y ello ha forzado a Los Verdes europeos a tomar partido. Las dos candidaturas de izquierda alternativa, la que lideran IU e ICV y la que encabeza ERC, se arrogarán la marca. De funcionarles, ello podría aportarles un necesario puñado de votos en unos comicios que PSOE y PP afrontan como reválidas.

Pero, al menos en referentes internacionales, los ecosocialistas ya van por delante. Esta semana, ERC pudo anunciar que Los Verdes-Confederación Ecologista, que hace cinco años obtuvieron 68.000 votos, se sumaban como único partido estatal a la coalición Europa de los Pueblos, donde conviven fuerzas nacionalistas y de izquierdas. Además de los independentistas catalanes integran la lista que encabezará Oriol Junqueras el BNG, Aralar, Eusko Alkartasuna, Chunta Aragonesista, Nueva Canarias y los mallorquines de PSM y EN. Aspiran a mantener el escaño de 2004 pero suspiran por un segundo.

El secretario general de Esquerra, Joan Ridao, aseguró que la formación ecologista, cuyo consejo político aprobó presentarse de la mano de ERC por el 70% de los votos, es “la marca homologada en Europa de las fuerzas políticas ecologistas” y ello explicita el compromiso medioambiental de su coalición.

Pero a los pocos días los Verdes-CE han recibido un chasco de su matriz continental, el Partido Verde Europeo, que les tiene a ellos como referentes para España y a ICV, que hace de los asuntos ambientales bandera, para Catalunya. En una carta firmada por los dos portavoces y el secretario general, a la que ha tenido acceso Público, se pide abiertamente el voto para el candidato de ICV, el eurodiputado Raül Romeva, definido como “nuestra única esperanza” y que repetirá de dos en la coalición con IU.

Por lo que se desprende de la misiva, la formación de Cayo Lara puede estar en la génesis de los desacuerdos. “Entedemos las reticencias para un acuerdo con IU, que no es una fuerza verde”, afirman.

El objetivo de Los Verdes europeos, para quienes las encuestas no son halagüeñas, es “maximizar el número de verdes elegidos”. Y Junqueras no lo es, a diferencia de Romeva, investido hace dos semanas candidato ecologista en el congreso del Partido Verde en Bruselas. Por eso afirman “no entender una coalición [Europa de los Pueblos] que no da opción de escaño a Los Verdes y compite abiertamente con ICV”, para ellos la “notable excepción” en el panorama político español.

Pese a la pugna verde entre las dos listas se da la circunstancia que tanto ICV como ERC y los partidos que le acompañan comparten grupo parlamentario en la eurocámara. Allí Los Verdes están en unión táctica con la Alianza Libre Europea, donde se integran eurodiputados independentistas y cuya secretaria general es precisamente Marta Rovira, de ERC.

La voluntad de Romeva de preservar su perfil verde le llevó a negarse a formar parte del grupo Izquierda Europea, en que sí está IU. Persistir en ello ha puesto en jaque la coalición IU-ICV. Está claro que, al menos, padrinos verdes no le faltan a Raül Romeva.