La izquierda, dividida por Libia
La misión militar enfrenta a IU y BNG con ecosocialistas y republicanos
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"Son los principios de Izquierda Unida”. “Quiero hacer valer la congruencia de la posición del Bloque Nacionalista Galego [BNG]”. Los diputados Gaspar Llamazares y Francisco Jorquera suenan categóricos, firmes, convencidos de lo certero de su negativa a la intervención española en Libia, materializada ayer martes en el Congreso. Y convencidos ambos de que “el tiempo” les dará “la razón”, máxime vista la “confusión” en el seno de los aliados. Los suyos fueron sólo tres votos frente a 336 sufragios a favor. Una parte de una izquierda que ha mantenido posturas divergentes respecto al conflicto. De un lado, IU y BNG. De otro, Iniciativa per Catalunya Verds (ICV), Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y el PSOE.
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En el caso de IU, el rechazo a la operación es respaldado de manera mayoritaria por todas las familias. Dirigentes alejados de Cayo Lara confirmaban ayer que el asunto “no ha suscitado controversia, ni suscitará convulsión”. “La posición se ha consolidado de forma natural. Somos pacifistas en serio. Somos honestos. No es una pose”, recalcaba Marga Ferré, secretaria de Programa y una de las dirigentes cercanas al coordinador federal. En el fondo, trazaba una sutil crítica a la otra izquierda minoritaria que votó sí.
El 'no' a la operación es compartido por todas las familias de Izquierda Unida
Ferré, igual que el eurodiputado Willy Meyer, se felicitó de la firmeza de Llamazares en el Congreso. Nada impostada. "Una de las personas que mejor entiende el pacifismo es Gaspar. Mi referencia es él, desde siempre. Tiene el apoyo unánime de la organización, y sin discusión", argumenta la secretaria de Programa. “Gaspar se siente cómodo, no hay duda”, decía uno de sus colaboradores. Él lo ratificó a Público: “Fui de los primeros en condenar cómo estaban llevándose las cosas en Libia”. El diputado reiteró que podrían haberse arbitrado medidas como el embargo, el bloqueo de armas, la presión diplomática, el apoyo a los rebeldes. Todo antes de llegar a la guerra. “Antes hubo razias ordenadas por [Muamar] Gadafi y nadie hizo nada. Los dictadores hacen eso y nadie hace nada. ¿Qué pasa con Israel y el asedio a Gaza, Yemen o Bahrein? Y yo no he ido a ninguna jaima a verme con Gadafi, como sí hicieron [José Luis Rodríguez] Zapatero o [José María] Aznar”. El parlamentario, en su áspero enfrentamiento ayer con el presidente del Gobierno, esgrimió el ejemplo de Suráfrica: "El embargo, el bloqueo y el aislamiento internacional fueron duros y difíciles, pero hoy el país es una democracia consolidada y con futuro. En mi opinión, eso pone en valor la diplomacia de los valores y quita valor a la diplomacia de los cañones".
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IU y el BNG defienden que no están solos. “Por supuesto que el respaldo social es mayor que lo que representamos tres diputados, aunque este sea un tema más complejo de explicar que Irak”, aduce Llamazares. “Me preocupa la desconexión total del Congreso y la sociedad”, añade Jorquera.
ERC e ICV subrayan que hay resolución de la ONU y que urge parar el "genocidio"
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“Llegar a nuestra posición no ha sido fácil”. Fuentes de ICV reconocen que sí, que “hubo discusión” antes de fijar su postura. En los últimos días, vacilaron entre la abstención y el sí. Pero en ningún caso se planteó el no. “Actuamos por responsabilidad: hay una resolución de la ONU y una población masacrada. La diferencia con Irak es clarísima. ¿Pacifismo es no a cualquier intervención? No lo tengo claro. Y nuestro sí es crítico –explica una dirigente ecosocialista–. Compartimos con Gaspar la denuncia de la hipocresía de Occidente, del doble rasero, de los intereses geoestratégicos. Y si hay excesos, nos desmarcaremos”.
Otro portavoz de ICV sí muestra su “perplejidad” por la actitud de la formación de Lara: “IU a veces se deja llevar por la demagogia, por un antiamericanismo infantil. Irak no es Libia. Hay que evitar la masacre. ¿Cómo lo hacemos si no? Pensemos por ejemplo en la España de 1936. Hoy vemos la no intervención extranjera en la Guerra Civil española como una traición a la República, hay un cierto paralelismo”. “Coincidimos con Brasil, India, Alemania, Rusia o China. No veo demagogia por ningún lado. Nuestra posición es muy coherente”, responde Meyer. Jorquera completa: “Que haya respaldo legal de la ONU es condición necesaria, pero no suficiente”.
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IU mantiene la tesis de que ICV actúa movida por el Partido Verde Europeo, partidario de la operación. “Seguro que ha pesado. Estamos dentro del PVE”, admiten fuentes ecosocialistas.
El PSOE subraya que no hay más interés que proteger a los civiles y que la causa es legal y justa
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ERC orbita con ICV y su sí crítico y juzga “errónea” la postura de Lara y Llamazares. Lo dice Joan Ridao, su portavoz en el Congreso: “Con IU compartimos casi el 100% de las iniciativas del grupo parlamentario, pero aquí es innegable que hay un genocidio intolerable de la población. No es una invasión terrestre al uso, ni está presente el imperialismo americano de antaño. La izquierda debe cambiar su chip. El interés por el petróleo está ahí, pero también se juega que Occidente dirima sus intereses en el norte de África en el campo de la democracia”. En el sí crítico, pero ya fuera del Congreso, también se sitúa Equo. La fundación que dirige Juan López de Uralde emitió ayer un comunicado en el que expresó "preocupación" y reclamó que "la intervención internacional se ajuste estrictamente a lo establecido en la resolución 1973 de la ONU y que en ningún caso se extralimite". En otras palabras, el visto bueno a la misión no significa, recalca, ningún "cheque en blanco".
Ridao, como el resto de portavoces, subraya que una discrepancia “puntual” no enturbiará el clima de fructífera “cooperación” entre todas las fuerzas de izquierda minoritaria. La alianza de IU e ICV tampoco se resentirá.
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El Gobierno expresa su “respeto” a IU y BNG. “Ellos deberán explicar su fractura con ICV y ERC”, alegan. Desde el PSOE, su secretaria de Política Internacional, Elena Valenciano, evita polemizar: “Su posición es errónea, pero la defiendencon toda legitimidad. Libia es el contraejemplo de Irak: una causa justa, una segunda resolución de la ONU tras un primer intento de presión fallido, apoyo de la Liga Árabe, multilateralismo. No hay más razón que proteger a la población civil. Una cosa es la incertidumbre que pueda haber en la coalición, que creo que está resolviéndose, y otra evitar que Gadafi masacre a su pueblo. Y como dijo ayer Zapatero, estamos en Afganistán, sin que haya ni petróleo ni gas”.
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UGT y CCOO apoyan las medidas contenidas en la resolución 1973 de la ONU sobre la intervención en Libia. “La posición del Gobierno de España es coherente con la citada resolución y sus fines y debe realizarse dentro de un respeto escrupuloso a las normas del derecho internacional”, dijeron ayer los sindicatos en un comunicado.
No obstante, las centrales piden a los ejecutivos europeos “más coherencia” en sus relaciones con los países árabes “porque durante mucho tiempo han mantenido excelentes relaciones con los peores dictadores”. Por su parte, el sindicato nacionalista Confederación Intersindical Galega condenó ayer la intervención, que calificó de “agresión militar de carácter imperialista”. El sindicato ELA no se pronunció al respecto.
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