IU exige que se investigue si la Policía se infiltró en el 25-S
Rubalcaba pide a los agentes que "eviten" la violencia en las manifestaciones, aunque reconoce su "dificilísima" tarea. IU-ICV-CHA reprocha al Gobierno que venda como "peligrosa" una concentración "pac&iacu
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El Gobierno ha felicitado a los policías que ayer cargaron contra los manifestantes del 25-S. La respuesta previsible. Pero la oposición está claramente molesta con la actuación de los agentes en las concentraciones de ayer en los aledaños del Congreso. Desde el PSOE, su secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba, pidió a la Policía que "evite" utilizar la violencia en este tipo de manifestaciones, aun admitiendo su "dificilísima tarea". Una expresión que quiso comedida por su anterior cargo de ministro del Interior. Menos prudentes fueron otros diputados de su partido. El secretario general del grupo, Eduardo Madina, rotuló las cargas como "claramente excesivas y desproporcionadas". Rafael Simancas opinó en los pasillos de la Cámara baja que la respuesta de las fuerzas de seguridad no fue "ni medida ni proporcionada", porque en la protesta había ciudadanos que se manifestaron pacíficamente y "unos cuantos radicales" a los que la Policía y la Delegación debe "controlar". Y el exministro Ramón Jáuregui agregó que la actuación pudo "resultar excesiva en algunos momentos".
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Diputados socialistas ven las cargas también como "excesivas"
Pero sin duda quien condenó con más contundencia las cargas de ayer fue Izquierda Unida. La federación, y así lo dijo su coordinador federal, Cayo Lara, sospecha que en el 25-S se infiltraron presuntamente "policías vestidos de paisano" para tensionar la manifestación y caldear el ambiente. En los vídeos, señaló, se puede ver a agentes de incógnito "claramente provocadores" en las inmediaciones de la Cámara baja y que luego "aparecen en el círculo de la Policía". "Es una estrategia muy vieja", que se utilizaba en tiempos de la dictadura de Franco, vino a decir, "pero que en pleno siglo XXI no debería ser parte de la vida democrática".
En consecuencia, Izquierda Plural (IU-ICV-CHA) exigirá que el Ministerio del Interior abra una investigación para "aclarar el comportamiento de estas personas". El grupo tratará esta misma tarde de formular la petición, cuando comparezca en comisión el director general de la Policía, Ignacio Cosidó. El encargado de hacerlo será el portavoz de Interior, Ricardo Sixto.
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IU-ICV-CHA no pedirá formalmente la dimisión de la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, hasta ver qué responde el Ejecutivo. Pero el diputado Gaspar Llamazares se adelantó y exigió, sin más preámbulos, su cese inmediato por aplicar medidas antiinsurgencia propias de las dictaduras latinoamericanas. "El ministro del Interior y especialmente la delegada del Gobierno son expertos catedráticos en convertir malestar social en un conflicto violento –declaró–. Unos buscan la marca España en Naciones Unidas y otros trasladan la carca España cada vez que intervienen", informa Europa Press.
Lara dice que los vídeos prueban que hubo agentes "claramente provocadores"
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José Luis Centella y Alberto Garzón complementaron las palabras de su jefe de filas. El primer portavoz adjunto de Izquierda Plural denunció la actuación "desproporcionada" de la Policía y el enorme despliegue – casi 1.400 agentes para "tan sólo" 6.000 personas, según calculó la Delegación del Gobierno –, que "no se correspondía con el llamamiento ni con la actitud de los convocantes". Es más, Centella, como había hecho el ecosocialista Joan Coscubiela ayer martes, recalcó que los derechos de los diputados no se vieron "afectados" por los manifestantes, pero en cambio la "movilidad" de los parlamentarios "sí se vio afectada por la Policía".
"Fue un exceso policial brutal que no atendía a ninguna lógica", más que a la "criminalización de la protesta", añadió el diputado por Málaga. Este relató su propia experiencia personal: ayer se encontraba en la calle de Lope de Vega, en los aledaños del Congreso, con el edil Jorge García Castaño y la diputada autonómica Tania Sánchez cuando la Policía empezó a empujar a los manifestantes. También a ellos tres, y sólo cuando se identificaron como cargos públicos paró el acoso. "No hay otro objetivo que vender como peligrosa y antidemocrática una manifestación pacífica y democrática", abundó. Lo mismo que su compañero de grupo Joan Coscubiela (ICV): el 25-S puso de relieve que el país ha decidido "no resignarse, no callarse y hacer frente a las políticas de los gobiernos del PP".
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Centella censuró asimismo el comportamiento de los "hooligans del PP" que compararon el 23-F con el 25-S –eso hizo la número dos del partido, María Dolores de Cospedal, este lunes–, porque ello "provoca más crispación y calienta el ambiente". "Si el Gobierno echa más gasolina a las calles, habrá situaciones más duras y la gente saldrá a la calle porque sufre mucho", analizó Lara.
El PSOE advierte de la profundidad de la "fractura social" que abona el Ejecutivo
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Rubalcaba, también en los pasillos del Congreso, elaboró una reflexión más general, hilvanando con un solo hilo todas las "fracturas" que ha dejado al descubierto la gestión de Mariano Rajoy: "Hace una semana dije en TVE que creía que España se le estaba yendo de las manos. Y hoy pienso esto pero más. Cada día se le está yendo el país más de las manos". De las tres quiebras, la social, la institucional y la territorial, al PSOE le preocupa especialmente la primera. "Lo que hay es una fondo de rechazo a los políticos y a la acción de la política. Negar verlo es un error. El fondo de rechazo –enfatizó– tiene que ver con la crisis, con la sensación que tienen los ciudadanos de que la política importa menos. Pero también importa la actitud de los gobiernos. Y el Gobierno ha huido del Congreso. ¡Es que no viene! Su huida y la mayoría absoluta está acabando con el debate político. Tener mayoría absoluta no implica rechazar absolutamente todo". El secretario general de los socialistas se preguntó "qué más" debe pasar para que el Ejecutivo "cambie sus políticas y la forma de hacer política".
Sobre la actuación policial ayer, Rubalcaba subrayó expresamente que quería ser "prudente", por haber sido ministro del Interior la pasada legislatura, y como le habría "gustado" que hubiera sido el PP con él. Destacó que sabe "lo difícil" que son algunas tareas policiales, sobre todo cuando se trata de compaginar derechos. Recordó que tuvo que lidiar "muchos días" con el 15-M, asaeteado por los conservadores, que le tachaban incluso de blando. "Reconozco que tuve algún problema [de cargas violentas] como los que se vieron anoche, y sé lo difícil que es para la Policía a veces distinguir al manifestante de otras personas. Yo era ministro y hubo imágenes parecidas", insistió, para luego enfilar hacia el mensaje final, recordando sus propias palabras cuando estaba todavía en el Ejecutivo: "Sé lo dificilísima que es la tarea de la Policía, pero debo pedir que evite determinadas cosas" y "busque fórmulas" para impedirlas.