Historia de una foto
Reacción. La estrategia de los conservadores ante el mayor escándalo de corrupción política en democracia. El 11 de febrero de 2009, Rajoy denunció una «trama contra el PP», arropado por la plana mayor de
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No es una trama del PP, es una trama contra el PP", decía Mariano Rajoy, rodeado de casi medio centenar de miembros del Comité Ejecutivo de su partido, el 11 de febrero de 2009, mientras los fotógrafos inmortalizaban el cierre de filas de los dirigentes conservadores ante lo que definieron desde el primer momento como una conspiración policial, judicial y política. Los cabecillas de la tramae_SFlbGürtel habían sido detenidos unos días antes y la atención estaba puesta en los altos cargos del PP, supuestamente sobornados para conseguir contratos de las administraciones públicas de Madrid y Valencia.
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Rajoy restaba entonces importancia al subrayar que "sólo dos dirigentes locales figuran en la lista de imputados" y prometía que si algún militante había hecho algo reprochable se actuaría "con toda la contundencia". Pero la cascada de imputados del PP no ha parado de crecer y en el sumario hay pruebas de financiación ilegal del partido en Madrid, Valencia y Galicia. A la vista de aquella la foto y de lo que ha ocurrido en estos 14 meses, cabe preguntarse cuántos de los protagonistas de la instantánea sabían lo que se escondía detrás de aquel nombre alemán: Gürtel.
El PP es "víctima" de una conspiración. Esta ha sido la máxima de Rajoy desde que se tomó la foto hasta hoy. El líder conservador fue director de las campañas electorales de 1996 y 1999, periodo en el que el grupo de Correa ya trabajaba para el PP. De hecho, según consta en el sumario, El Bigotes reclamó a Rajoy por carta el cobro de una factura pendiente de 1999. Desde que fue nombrado presidente del partido en 2004, los encargos a las empresas de la trama Gürtel se cortaron. Pero Rajoy no ha logrado dar una explicación convincente de por qué no ordenó a las organizaciones regionales del PP que dejasen de contratar a los cabecillas de la trama. Además, Rajoy ha visto cómo Luis Bárcenas, a quien aupó al cargo de tesorero del partido en el Congreso Nacional del Valencia de 2008, se convertía en uno de los principales protagonistas del caso. Y en contraste con la contundencia anunciada, aún lo mantiene como miembro del Grupo Popular en el Senado.
La presidenta de la Comunidad de Madrid ha defendido la teoría de la persecución contra el PP desde que se destapó el caso, pero ahora que existen pruebas en el sumario que revelan la financiación irregular del PP de Madrid a través de Fundescam, ha hecho incluso un intento de convertirse en destapadora de la Gürtel. Cuando Público adelantó las informaciones sobre Fundescam, ella se distanció enseguida: "En el 2003 yo no estaba. O sea, que se lo pregunten a Pío, pío, pío". Sin embargo, Aguirre ha visto cómo los regidores de sus ayuntamientos, como el de Pozuelo, Jesús Sepúlveda; el de Majadahonda, Guillermo Ortega; el de Boadilla, Arturo González Panero; o el de Arganda del Rey, Ginés López, estaban en el centro de la trama. El juez Garzón también acusó a los diputados autonómicos Alberto López Viejo,Benjamin Martín Vasco y Alberto Bosh de haber cobrado más de 1,2 millones de euros en comisiones ilegales y han sido suspendidos de militancia. El informe de la Unidad de Auxilio Judicial contabiliza 367 contratos de las consejerías de la comunidad con empresas de la trama Gürtel por un valor de 3,1 millones de euros. Estos se hicieron incumpliendo la normativa vigente, mediante adjudicaciones a dedo y fraccionando los contratos.
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Las declaraciones de Aguirre no sentaron especialmente bien a García Escudero, que presidió el PP de Madrid entre 1993 y 2004 y la fundación Fundescam desde su creación hasta 2004. El actual senador reconoció haber trabajado con Francisco Correa y aseguraba hace un año tener "la conciencia muy tranquila". Según consta en el sumario, el PP de Madrid falsificó facturas para financiar la campaña electoral de 2003, a través de Fundescam y de Special Events, una de las principales empresas de Correa. En un plano más anecdótico, los investigadores encontraron una anotación de 500 euros a nombre de su secretaria. Él ha explicado que podría corresponder a un teléfono móvil que tuvo que cambiar durante la campaña electoral. García Escudero también ha declarado haber devuelto un reloj de gran valor a Correa y niega haber hablado con los alcaldes de Madrid para recomendarles trabajar con las empresas de la trama.
El president de la Generalitat y su familia figuran en el sumario por haber recibido un buen número de regalos (un bolso de Loewe, mantas, un robot Aibo para los niños...). Claro que lo más significativo ha sido el caso de los trajes. Camps afirmó que se pagaba su ropa, pero la investigación reveló que las facturas eran abonadas por las empresas del grupo. Aunque negó en público su amistad con Álvaro Pérez, El Bigotes, en privado le llamaba "amiguito del alma". Cuando se tomó la foto hace 14 meses, agradeció el apoyo de los compañeros y se defendió diciendo que era una campaña de acoso. Hoy, un informe de la Brigada de Blanqueo asegura la vinculación directa en la trama Gürtel con "responsables políticos del PP y de órganos de Gobierno de la Comunidad Valenciana" y aporta pruebas de la financiación ilegal del PP.
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La alcaldesa de Valencia ha sido una de las más firmes defensoras de Camps. Su relación con la trama se corresponde con la etapa en que presidió la Federación Española de Municipios y Provincias (1995-2003). En los tres últimos años de su mandato, una empresa de Correa, Pasadena, organizó viajes y facturó por importe de 238.000 euros. ¿Alguna contraprestación? Los informes policiales desvelan que el entonces secretario general de la FEMP, Álvaro de la Cruz, recibió de la red 30.000 euros en 2004. Por su parte, Barberá recibió de El Bigotes al menos cuatro bolsos de Louis Vuitton, según las declaraciones que figuran en la causa. La regidora asegura no haber hablado jamás "con nadie" de la trama y resta importancia a los hechos revelados en el sumario: "Son una pandilla de golfos que se han querido aprovechar de la confianza de la gente del PP".
Correa afirma en su declaración ante el juez que la decisión del PP de trabajar con sus empresas para organizar mítines y campañas las tomaban un grupo de personas, Jesús Sepúlveda, Francisco Álvarez Cascos, Luis Bárcenas y el entonces secretario general del partido, Javier Arenas. El hoy vicesecretario de política autonómica del PP lo ha negado tajantemente. Arenas, además, dice sentirse "muy orgulloso" de las cuentas del PP y es uno de los principales defensores de Bárcenas, de quien afirma que ha hecho un "trabajo extraordinario" durante muchísimos años.
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Poco después de que fuera tomada la foto, se dio a conocer que Correa había regalado un Jaguar al otrora alcalde de Pozuelo, Jesús Sepúlveda, entonces marido de la actual vicesecrataria de organización del PP. El supuesto regalo data de 1999. Mato defendió entonces "su independencia económica" del marido. Después, cuando se supo que Correa había transferido el Suzuky de su mujer a Mato, esta insistía: "Todo lo que tengo lo he conseguido con mi esfuerzo". Con el levantamiento del sumario, se ha conocido que la organización de Correa financió presuntamente un viaje de Mato a Suiza en junio de 2004. Ella aseguró que abonó los gastos íntegramente y que era un viaje para acompañar a su hija, que iba a un campamento de verano.
Ex ministro de Justicia en la última legislatura del PP defendió los intereses de varios ayuntamientos implicados en la trama, como Boadilla y Pozuelo, entre 2006 y 2008. Desde su bufete Eius Abogados asesoró en varias causas a Sepúlveda y González Panero, hoy imputados. En el sumario figura un apunte "pago more/cumpleaños Michavila" de 480 euros, que según explicó a Garzón el contable de la trama, José Luis Izquierdo, corresponde a la contratación de una empresa de animación, probablemente "por el cumpleaños de esa persona".
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En su etapa de consejera de Transportes de la Comunidad de Madrid, Cospedal adjudicó dos actos a empresas del grupo de Correa. En concreto, lo hizo Metro de Madrid, organismo dependiente de dicha consejería. Cospedal se muestra tranquila: "Firmas mías no habrá porque no existen", insistió esta misma semana.