El ex presidente de CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, en prisión por orden del juez por los delitos de alzamiento de bienes y blanqueo, engañó a la Agencia Tributaria, a la que también ocultaba gran parte de sus ingresos, hasta el punto de que la declaración de la Renta le salía a devolver.

Así fue, al menos, con el IRPF correspondiente al ejercicio de 2010, cuando se agudizaron los problemas económicos de su grupo de empresas. La declaración de aquel año, presentada en 2011,  dio un resultado negativo para Gerardo Díaz Ferrán. Por ello, el ex presidente de la patronal logró que Hacienda le devolviera 2.052,47 euros, según ha informado la cadena Ser. Precisamente, ese fue el año en el que comenzó a recibir 100.000 euros al mes del empresario valenciano Ángel de Cabo, de acuerdo con el pacto secreto que suscribieron cuando Díaz Ferrán le vendió el Grupo Marsans.

El ex jefe de CEOE pactó con el empresario valenciano cobrar tal cantidad mensualmente (igual que su socio, ya fallecido, Gonzalo Pascual, aunque éste no llegó a recibir cantidad alguna), a cambio de transferir los activos de sus empresas y sus bienes personales y familiares para escapar de los acreedores, hasta sumar la cifra de 8 millones de euros. Obviamente, tales ingresos no figuran en la declaración del IRPF que Díaz Ferrán presentó a Hacienda.ç

Díaz Ferrán sigue en la enfermería de la cárcel de Soto donde ingresó anoche al no poder pagar la fianza de 30 millones impuesta por blanquear capitales y alzar bienes, entre otros delitos. Quien sí ha abandonado la enfermería es Ángel de Cabo, quien ayer sufrió un ataque de ansiedad al ingresar en prisión. Ya está con los otros cinco acusados, en el módulo de comunes.