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La dirección federal de IU se plantea formar una gestora en Extremadura

Sopesa actuar después de que la federación regional decidiera el jueves ayudar al PP salvando sus primeros Presupuestos

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Hartazgo, hastío. Hasta indignación. Varios términos valdrían para expresar la sensación que cunde en buena parte de la dirección federal de Izquierda Unida hacia Extremadura. La decisión de la federación regional, encabezada por Pedro Escobar, de retirar el pasado jueves, en el último minuto, su enmienda a la totalidad a los Presupuestos del Gobierno del PP, es "la gota que colma el vaso", la prueba de que la situación "pasa ya de castaño oscuro", tal y como esgrime una voz cualificada y con tanto peso para Cayo Lara como la del eurodiputado Willy Meyer, y que comparte el núcleo duro del aparato.

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Ante una situación que "cada día se sostiene menos" –según expresaba ayer a Público un alto cargo–, la ejecutiva sopesa actuar para cortar de raíz la "creciente y peligrosa cercanía de IU Extremadura al PP". ¿Cómo? Cabrían varios instrumentos: desde acelerar la convocatoria de una asamblea regional extraordinaria que pueda relevar a la actual dirección, o llevar a esta a la Comisión Federal de Garantías, o bien forzar una conferencia política que asiente de una vez por todas el camino a seguir. Algunos responsables plantean incluso formar una gestora, una alternativa extrema hasta ahora inédita en IU. "Debemos hacer todo lo que nos permita llegar a garantizar que se sigue la política fijada por IU en todo el Estado. Si es necesario llegar a la gestora, pues claro que se llega. Pero antes hay que hablar con la militancia", subrayó Meyer.

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La dirección federal interpreta que la retirada de la enmienda de devolución de las primeras Cuentas de José Antonio Monago supone un salto cualitativo respecto a julio, cuando se abrió al PP las puertas del Gobierno. Ahora el compromiso se extiende a unos "Presupuestos de recorte". "Y eso no se resuelve con enmiendas parciales, sin una reforma fiscal progresiva o con promesas de dinero que dependen de un tercero", censuraban esas fuentes. IU cedió cuando Monago ofreció 140 millones de euros para gasto social, siempre y cuando los ingrese a través de la venta de patrimonio público o por el cobro de la deuda histórica, aspecto este supeditado a que prospere el acuerdo con el Gobierno de Mariano Rajoy. Escobar defendió ayer viernes que el compromiso arrancado al PP aportará un "balón de oxígeno" para los más desfavorecidos. El líder regional siempre ha reivindicado la autonomía de IU y negado todo "pacto" con Monago. Anteayer ya enfatizó que la prórroga de las Cuentas era mucho "peor", y que abocar a Extremadura a un escenario de elecciones anticipadas sería perjudicial incluso para su formación.

"Las heridas, cuando se infectan, hay que sajarlas", ilustra un alto dirigente

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"Es que es de juzgado de guardia. Es como decir que te fías del PP", reflexionaba otro alto dirigente que pidió expresa reserva de su nombre. Un cargo del círculo más próximo a Lara que relataba el devenir del caso extremeño: cuando IU presentó su enmienda de totalidad, se abrió la "esperanza", Madrid esperaba que la situación de tensión "se recondujera por carambola", ya que confiaban en que una vez registrado, el texto no se levantara. Por eso el paso dado el jueves volvió a sembrar el "desconcierto y la sorpresa". La indignación, el hartazgo, la sensación de que "así no se puede seguir trabajando en Extremadura". "Tienen que aclararse si son o no oposición a las políticas neoliberales del PP, que no es genéticamente distinto al PP del resto de España. Tienen que darse cuenta de que quien gobierna es Monago, y de que la gente ya se olvidará pronto del socialista Guillermo Fernández Vara". 

"Son ya muchas señales inequívocas en la misma línea equivocada", manifestaban en el entorno de Lara. "Desde julio mantuvimos un periodo de reflexión [Madrid se limitó a abrir expediente informativo, pero no hizo más ni sancionó], pero los tiempos se agotan –agregó Meyer–. Esta actuación nos deja descolocados e IU no puede estar descolocada. IU Extremadura no puede quedar al margen de la política fijada en los órganos federales, más tras el 20-N"."Si las heridas se infectan, habrá que sajarlas. No tanto porque pueda afectarnos electoralmente, sino por coherencia con el discurso", agregaba otro responsable, muy gráficamente. 

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No hay decisión tomada, y en la ejecutiva los hay que se oponen a la intervención directa

"Estamos expectantes. Queremos ver cómo evoluciona todo", advertía el secretario de Organización, Miguel Reneses. Se comprobará qué pasa en los estamentos regionales, pues a ellos acudirán los críticos con Escobar para exigirle "explicaciones", como confirmó una de sus cabezas visibles, Manuel Sosa, inquieto por una "deriva ideológica y programática que hay que resolver ya".

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Este sector debatirá qué hacer, "sin descartar ninguna solución, incluso la gestora". La dirección federal viajará a la región y discutirá qué solución conviene. Y no será fácil acordarla, pues hay quienes en la ejecutiva se oponen a la intervención, a las medidas disciplinarias. "Sacar los tanques no ayuda nada", afirmaba un cuadro próximo a Gaspar Llamazares, contrario no obstante al "error garrafal" de la retirada de la enmienda. Responsables de otras familias también mostraban reservas con la injerencia directa. "Creo que aún hay un pequeño margen para intentar convencerles. Pero si no dan una salida, habrá que tomar medidas, claro. Por nuestra parte, debemos tener cuidado, porque no queremos una guerra civil", sentenciaba otro de los colaboradores de Lara. 

Mientras, los aliados menores de la federación, los Socialistas Independientes de Extremadura (Siex), anunciaron ayer que suspendían relaciones con IU y pidieron reunirse con Lara. Reneses aceptó la entrevista y prometió concertar la fecha, pues además Siex fue un socio del 20-N que la cúpula federal no quiere perder.

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Tras el impasse de las elecciones, la corriente afín a Gaspar Llamazares prosigue sus planes. Ya se constituyó en partido dentro de IU (con el nombre de Izquierda Abierta) y el próximo día 21 celebra su primer acto público.

Será en Sevilla, en el salón de actos de CCOO, y a él acudirá el poeta Luis García Montero y la portavoz del partido, Montse Muñoz. Arroparán a sus compañeros Granada Sánchez y Samuel Domínguez. “Vamos a organizarnos con todas las consecuencias, más tras los últimos movimientos, la exclusión de Gaspar de la dirección del grupo parlamentario”, afirmaba ayer viernes el dirigente Antonio Cortés.

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"Queremos un partido fuerte que haga de contrapeso, porque lo que no queremos es que se utilice IU como marca blanca del PCE. Queremos sumar a gente, y organizarnos, con vistas a la próxima asamblea federal y a todo. No nos vamos a frenar, y más ahora con la libertad de no estar en la dirección del grupo parlamentario", argumentaba.

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