"Dijo que me quitaba a mi hija por adultera"
La mujer que acusa a una monja del robo de su bebé declara ante el juez
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María Luisa Torres, la mujer que acusa a la monja María Gómez Valbuena de estar implicada en una trama de robo de bebés, por la que desaparecieron 261 niños entre los '50 y los '90, ha declarado este martes ante el juez.
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"Dijo que me quitaba a mi hija por adultera", porque el padre no era su marido, ha declarado María Luisa, cuya hija desapareció en 1982 en un hospital madrileño y que denunció a sor María como responsable de los hechos.
Su hija Pilar, con la que se reencontró hace medio año tras confirmarse su relación biológica por pruebas de ADN, también ha comparecido durante dos horas. A la salida del juzgado de instrucción número 47 de Madrid, ha resaltado entre lágrimas que confía en la Justicia. A la joven le habían contado desde pequeña que sus padres le habían adoptado porque su verdadera madre, que se dedicaba a "la mala vida", "la había abandonado", han explicado fuentes jurídicas, que han resaltado que Pilar llegó a ir con su padre adoptivo a un programa de televisión para buscar a su progenitora.
Por su parte, María Luisa ha explicado que su declaración le "ha dolido" por tener que volver a pasar "por toda la historia otra vez", pero que estaba satisfecha porque había contado al juez "la verdad" y le había informado "punto por punto de cómo sucedieron las cosas". "Solo espero que haya Justicia, tanto sufrimiento no puede quedar así", ha afirmado.
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La denuncia por detención ilegal contra la monja Gómez Valbuena es la primera que llega a un juzgado después de que la Fiscalía de Madrid viera indicios de delito en la actuación de la religiosa, que trabajó en las clínicas Santa Cristina y San Ramón de la capital a las órdenes del médico Eduardo Vela.
Torres, que dio a luz en marzo de 1982 a su hija en la clínica Santa Cristina de Madrid, estaba separada de hecho de su marido, con el que tenía una hija, y acudió a la monja acusada porque le habían dicho que ayudaba a madres con problemas. Sin embargo, tras dar a luz a la hija que tuvo de una relación con otro hombre, sor María le dijo en el mismo hospital que la bebé había muerto, luego que la iba a dar en adopción a un matrimonio francés y, finalmente, que se la quitaba "por adúltera".
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La denunciante ha recordado que la religiosa, "con todo descaro y crueldad", le amenazó con que si hablaba le quitaba a su otra hija e incluso la podía llevar "a la cárcel". María Luisa, que ha estado arropada por su madre, María Romero, ha recibido en los juzgados los aplausos de una veintena de afectados por el caso de los niños robados, a cuyos padres les decían que los bebés habían muerto en el parto.
El abogado de la víctima, Guillermo Peña, ha explicado que a la declaración no ha acudido el abogado de la religiosa, un hecho que quizá podría determinar una anulación de las actuaciones. "Ahora está en manos del juzgado, que deberá decidir si la causa continúa y cómo continúa", ha añadido el letrado, quien ha confirmado también que el juez llamará a declarar a sor María en las próximas semanas.