Cargando...

"Algún día veremos a víctima y victimario en una misma mesa"

Publicidad

Tras pasar por Bilbao, Madrid y Sevilla, est miércoles ha sido presentado en Barcelona el libro Los ojos del otro (Editorial Sal Terrae), una recopilación de los 14 encuentros que, durante los años 2011 y 2012, mantuvieron ex miembros de la banda terrorista ETA con algunas de sus víctimas directas y familiares. El libro, narrado por los siete mediadores que promovieron estos encuentros, se postula como "un ejercicio de justicia restaurativa, con la palabra y la escucha como elementos primordiales", tal y como ha concedido la coordinadora del equipo de mediadores, Esther Pascual.

Publicidad

En el acto de presentación, donde han tomado la palabra la propia Esther Pascual; otro mediador, Eduardo Santos; y Txema Urkijo, ex representante en la Dirección General de Víctimas del Terrorismo del Gobierno Vasco y asesor en la actualidad de la Secretaría General de Paz y Convivencia en Euskadi, ha brillado el testimonio de Maixabel Lasa, viuda de Juan Mari Jáuregui, ex gobernador civil de Gipuzkoa entre 1994 y 1996 asesinado por ETA en el año 2000. Lasa, ex responsable de la Oficina de Atención a las Víctimas del anterior Gobierno vasco, fue una de las primeras víctimas que aceptó participar en estos encuentros restaurativos, según ha explicado, "porque todas las personas tenemos derecho a una segunda oportunidad". Fue en mayo de 2011 cuando se reunió con Luis Carrasco Aseginolaza, uno de los tres terroristas que perpetraron el asesinato de su marido. El episodio, explicado dentro del libro, relata el cara a cara que mantuvieron durante tres horas en la cárcel de Nanclares, donde el preso, disidente arrepentido acogido a una vía de reinserción, cumple condena. "Le di la mano, yo estaba tranquila. En cambio Luis estaba bastante nervioso, avergonzado. Se mostró arrepentido", ha recordado.

Click to enlarge
A fallback.

Justamente el preso etarra Luis Carrasco ha sido invitado al acto pero, como en las anteriores tres ediciones, eso no se ha traducido en su presencia. En la primera presentación del libro, celebrada el pasado mes de octubre en la Universidad de Deusto, fue directamente el juez de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional, José Luis de Castro, el que se opuso a concederle un permiso penitenciario y evitó que el preso pudiera salir del centro. El magistrado, que siguió la tesis de la Fiscalía de la Audiencia Nacional, alegó que el permiso solicitado no respondía a ningún supuesto "extraordinario", que es el que responde, habitualmente, a la muerte de un familiar. Según ha podido saber Público, en las dos siguientes presentaciones, celebradas en Madrid y Sevilla, tampoco se obtuvo el permiso deseado, si bien en el acto organizado en Andalucía, y dadas las dificultades con las que se habían encontrado con anterioridad, los organizadores desistieron solicitarlo de antemano.

El juez concedió un permiso de salida para que Carrasco pudiera viajar a BarcelonaEn el acto de este miércoles, sin embargo, la situación sí habría permitido la presencia de Carrasco. Y es que según han señalado los organizadores del acto, el juez Castro concedió un permiso de salida para que Carrasco pudiera viajar a la ciudad condal. Sin embargo, dentro de este permiso existía "un condicionante contraproducente para el propio proceso del preso". Este diario ha podido saber que este condicionante responde a una párrafo dentro del auto del permiso que explícita la prohibición del preso a acercarse a sus víctimas. Algo así como una orden de alejamiento ciertamente contradictoria cuando la propia víctima, Maixabel Lasa, ha lamentado públicamente la ausencia de Carrasco.

Publicidad

Esta argucia legal es la que ha indignado nuevamente a los organizadores del acto pues la voluntad de victimario y víctima coincidía a la hora de compartir una misma mesa y en un acto público. Asimismo, no pierden la esperanza. El deseo tanto de mediadores como de Urkijo y Lasa ha sido expresado por Rafael Grasa, presidente del ICIP (Institut Català Internacional per la Pau), institución que ha organizado el acto: "Algún día veremos a víctima y victimario en una misma mesa. Y marcará un antes y un después".

En esta línea ha cerrado su discurso Lasa, pidiendo respeto por estos encuentros restaurativos, a los que atribuye un gran valor social y pedagógico: "Pediría a otras víctimas que respeten la decisión de acercarnos a los culpables de nuestro dolor. No nos sentimos mejores, pero tampoco peores. En mi caso salí con paz interior por saber que una de las personas que intervino en el asesinato de mi marido no estaba orgullosa de lo que hizo". También han asistido a la presentación miembros de la Asociación Catalana de Víctimas del Terrorismo. Rosa, víctima del atentado del Hipercor, reconocía sentirse "profundamente liberada" tras entablar una conversación con uno de los responsables de aquella barbarie.

Publicidad

Sin vincularlo directamente con la ausencia de Carrasco, Urkijo también ha aprovechado para recordar que "con la entrada del Partido Popular, ya no hay posibilidad material de continuar con estos encuentros restaurativos pues el incremento progresivo de obstáculos han llevado esta iniciativa a un callejón sin salida". En la misma dirección ha cerrado su intervención otro de los mediadores, Eduardo Santos. "Con el cambio del gobierno, los presos y las víctimas ya no pueden juntarse. Es una decisión política que no comparto y tampoco se ha considerado dar a conocer las razones por las que estas iniciativas no deben seguir".

Publicidad