Currin estudia cómo verificar el alto el fuego de ETA
Los gobiernos central y vasco rechazan la intervención del Grupo Internacional de Contacto del abogado surafricano
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El abogado surafricano y facilitador de un proceso de paz en Euskadi Brian Currin consideró "muy improbable" que el Grupo Internacional de Contacto (GIC) recién formado "se encargue de la verificación" del alto el fuego "general, permanente y verificable" anunciado por ETA el pasado 10 de enero: "Estamos considerando qué tipo de proceso puede resultar y quién debe conducirlo".
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Currin participó en Bilbao en su primera comparecencia pública desde la constitución de este grupo para explicar su cometido, junto a tres de sus cinco representantes: Nuala O'Loan, miembro de la Cámara de los Lores y embajadora de Irlanda para la resolución de conflictos; Pierre Hazan, exinvestigador del Instituto de la Paz de EEUU, y Raymond Kendall, secretario general de Interpol entre 1985 y 2000.
O'Loan insistió en que la labor del GIC se centrará en promover la legalización de Sortu, el nuevo partido de la izquierda abertzale, y cambios en la política penitenciaria para el acercamiento de los presos de ETA a Euskadi y la puesta en libertad de los "gravemente enfermos". A su juicio, estas medidas favorecerían el avance hacia el final definitivo de la violencia. Además, este grupo está dispuesto a asistir a los partidos para elaborar una "agenda de diálogo político".
En un breve turno de preguntas, Currin aclaró que "en este momento no tiene ninguna petición para ETA". El Grupo Internacional de Contacto cree que la organización armada ha satisfecho por ahora el emplazamiento de los firmantes de la Declaración de Bruselas al haber declarado un alto el fuego en las condiciones requeridas. Y llegado a este punto, la siguiente petición en dicho escrito es para el Gobierno en aras de que responda "debidamente" para favorecer una "paz duradera".
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En su comparecencia, el Grupo Internacional de Contacto no concretó, sin embargo, iniciativas para lograr que el Gobierno se mueva. Se trata, en cualquier caso, de un propósito complicado, pues ni el Ejecutivo de Zapatero ni el Gobierno vasco de Patxi López reconocen la labor de estas cinco personalidades. Idoia Mendia, portavoz del gabinete del lehendakari, dijo que su Ejecutivo no se reunirá con el Grupo Internacional de Contacto, al creer que "no aporta ningún valor añadido". Eso sí, le deseó "suerte si ha venido a conseguir el final de ETA".
La portavoz del Gobierno vasco eludió marcar una posición sobre la política penitenciaria con el argumento de que es una competencia del Ministerio del Interior que "está dentro de la política antiterrorista". Mendia salió así al paso poco después de que el presidente de los socialistas vascos, Jesús Eguiguren, manifestara en la televisión pública vasca (ETB) que el Ejecutivo vasco debería "verificar" que Sortu "va en serio" y empezar a crear "los primeros gérmenes de reconciliación posibles. Eso es empezar a hablar de presos".