Cospedal critica la "intolerancia sin límites" de la marcha laica

El Partido Popular se ha sumado a las exigencias de Izquierda Unida (IU), que ayer pedía responsabilidades por los altercados de la manifestación contra la financiación pública de la JMJ, aunque con unos motivos bien diferentes.

La secretaria general de los conservadores, María Dolores de Cospedal, ha reclamado la comparecencia del ministro de Interior, Antonio Camacho,  y la dimisión de la Delegada del Gobierno, Dolores Carrión, por haber autorizado el itinerario de una manifestación que ha "abochornado a la inmensa mayoría" de los españoles y ha sido una demostración de intolerancia "sin limites".

En rueda de prensa tras el Comité de Dirección del PP, la número dos del partido ha asegurado que la imagen de España que se ha dado con estos sucesos no es buena, aunque "afortunadamente" está sobrepasada, ha dicho, por el éxito que están teniendo los actos de la Jornada Mundial de la Juventud, por "lo bien que está saliendo todo y por la alegría que se ve en los jóvenes que inundan las calles de Madrid estos días".

"Ha sido una falta de respeto a la libertad religiosa y de expresión", ha agregado Cospedal, quien ha subrayado el "fracaso" de Carrión ante la gestión de unos incidentes que los responsables debían haber previsto.

En todo caso, la número dos del PP ha dejado claro que los "intolerantes" que protagonizaron los incidentes de anteayer y ayer en la Puerta del Sol no representan a la sociedad española, que en su mayoría está muy satisfecha de que el Papa haya celebrado en Madrid esta Jornada.

La Comunidad de Madrid también ha pedido responsabilidades. La consejera de Presidencia y Justicia de la Comunidad de Madrid, Regina Plañiol, ha comunicado que, además de reclamar la dimisión de la delegada del Gobierno, pedirá a la Fiscalía que investigue la posible responsabilidad penal de los detenidos durante los incidentes.

Plañiol, que ha condenado los actos violentos registrados anoche en la Puerta del Sol contra la JMJ, ha acusado a Carrión de "ser incapaz de garantizar la seguridad de todos". En su opinión, compartida por Cospedal, la delegada del Gobierno se equivocó a la hora de autorizar la manifestación laica y "ahora no ha sabido adoptar las medidas correspondientes para evitar que los incidentes se sigan produciendo todos los días y que los peregrinos sean atacados por grupos violentos".

En este sentido, ha indicado que en Madrid hay más de 1,5 millones de visitantes por la visita del Papa, "que deben tener las máximas garantías de seguridad". "Estos días estamos siendo un foco de interés de información para todo el planeta y no podemos permitir que la visión que ofrezcamos sea la de un pueblo intolerante y agresivo, porque no es la naturaleza española, cuando en nuestro país las diversas culturas siempre han tenido cabida", ha concluido la consejera.