El Congreso cambiará los nombres de las provincias vascas
Los territorios pasarán a denominarse en euskera: Araba-Álava, Gipuzkoa y Bizkaia
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A la sexta fue la vencida. El PNV arrancó al Congreso una de sus reivindicaciones más arraigadas al conseguir su visto bueno al cambio de denominación de los territorios históricos vascos por su nomenclatura en euskera.
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El Grupo Vasco había chocado con la negativa de PP y PSOE en 1991, 1992, 1996, 2004 y 2006. El mapa de la normalización había recorrido ya todas las comunidades con lengua propia Illes Balears y Catalunya desde 1992 y Galicia y País Valencià desde 1997 convirtiendo a Euskadi en una isla de anormalidad lingüística frente al derecho asentado en el resto de España.
Finalmente, el cambio de los socialistas, que levantaron un veto histórico, hizo posible que la Cámara acepte tramitar la adaptación del nombre de los tres territorios históricos a su raíz idiomática: Araba-Álava, Gipuzkoa y Bizkaia. Todos los grupos, salvo el PP y UPyD se pronunciaron a favor de este cambio, acordado por PNV y PSOE a cambio del apoyo de los primeros a los Presupuestos del Estado 2011.
El ponente vasco, Aitor Esteban, llamó al Congreso a "aceptar con naturalidad" la iniciativa y romper el "muro" que ha impedido hasta ahora lo que se admite "sin ningún problema" en otros territorios. Ourense, por ejemplo, o Alacant. "Con total normalidad" apoyó Coalición Canaria.
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"Enhorabuena por culminar una larga deuda democrática", se felicitó CiU. El grupo ERC-IU- ICV abrazó también la iniciativa que UPyD calificó de "peaje" socialista para mantenerse en el Gobierno y contra la que cargó con obstinación el PP. Alfonso Alonso señaló el castellano como "una lengua propia del País Vasco" y defendió la "libertad de cada hablante para expresarse en la lengua que quiera".
"Erradicar una de las lenguas no es apostar por la normalización, censuró Alonso, sino por la imposición y la erradicación de la realidad bilingüe del País Vasco". El diputado conservador acusó al PSOE de "enterrar una coherencia de 30 años" por la "debilidad" de un Zapatero que precisa del voto del PNV. En respuesta, la socialista Teresa Rodríguez Barahona criticó su "lamentable desprestigio del pacto" y defendió su apoyo a la iniciativa una vez que el PNV ha aceptado que "sólo" las Cortes pueden modificar la denominación de las provincias.
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"Hay quien ve las lenguas como elemento de confrontación, pero somos muchos los que estamos empeñados en que sean un instrumento de convivencia", defendió la diputada socialista para justificar su respaldo a la propuesta del PNV, que el PSOE había rechazado en cinco ocasiones anteriores.