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El coche abandonado por los etarras llevaba material para atentar con bombas lapa

Los tres etarras huidos tras disparar contra los dos guardias civiles forman parte de un comando que estaba preparado para atentar en España.

AGENCIAS

Fue a última hora cuando la policía gala localizó el Volkswagen Golf que habían utilizado en su huida los tres terroristas que atentaron el pasado sábado en Francia contra dos Guardias Civiles, causando la muerte de uno de ellos y dejando al otro gravemente herido.

Era ya de noche, pero los agentes se pusieron a trabajar de inmediato. Lo primero que dieron a conocer es que, en su interior, habían localizado un artefacto explosivo de 300 gramos. No era todo.

En el exhaustivo registro del coche, descubrieron también distintos elementos para la fabricación de bombas-lapa, los artefactos que suele adosar ETA a los bajos de los vehículos, tal y como hicieron el pasado 9 de octubre en el atentado contra un escolta en Bilbao.

Temporizadores, detonadores y cloratita fueron parte del material con que se encontraron los agentes. Fuentes de la investigación consideran que por el lugar en el que fueron vistos los terroristas, desde el que es fácil y rápido cruzar la frontera, y por el material con el que viajaban, los etarras podrían ser integrantes de un comando operativo que pretendiese entrar en España para cometer atentados.

Comando 'clave'

Los investigadores manejan la hipótesis de que los dos hombres y la mujer etarras formarían parte de uno de los comandos 'clave' de la banda en estos momentos y que pudieron temer que los dos guardias civiles les reconocieran.

El coche en el que se encontró todo el material apareció en Haut Meco, a 88 kilómetros de Capbreton, lugar donde se produjo el atentado. El Golf, gris metalizado y con matrículas falsas, había sido robado en julio pasado en un departamento del centro de Francia.

Tras dejarlo abandonado, los etarras tomaron otro con una rehén. Secuestraron a su propietaria y la obligaron a meterse en el maletero. Después se dirigieron hacia Burdeos donde la dejaron atada a un árbol. Algunas informaciones apuntan que los terroristas se separaron en direcciones distintas.

Huellas

Según las fuentes de la lucha antiterrorista, la cantidad de explosivo que transportaban los terroristas era suficiente como para fabricar algún artefacto y no se trataba en ningún caso de una pequeña muestra de las que utilizan para explosionar los coches en los que huyen y borrar así sus huellas.

Los expertos de la policía científica se concentran precisamente ahora en esa tarea. Buscan huellas dactilares y otros elementos de ADN en la cafetería donde se produjeron los hechos y en el vehículo. Dicen que hay numerosas muestras por lo que su identificación será rápida.

 

 

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