Blanco: "Cuando cobraban las horas extra al triple de las ordinarias, los controladores no tenían estrés"
Lejos de rebajar la tensión, el ministro de Fomento arremete con dureza contra los controladores horas antes de solicitar al Congreso la prórroga del estado de alarma
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El ministro de Fomento sigue en abierto enfrentamiento con los controladores aéreos. Lejos de rebajar la tensión, José Blanco redobló sus críticas al colectivo en su visita al plató de Los desayunos de TVE.
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El ministro anunció que el Gobierno sigue adelante son su intención de prorrogar el estado de alarma hasta el próximo 15 de enero. Para ello necesita el apoyo del Congreso de los Diputados. De poco ha servido el acto de contricción de los controladores al comprometerse a trabajar sin problemas de ahora en adelante y solicitar, por tanto, el cese del estado de alarma: Blanco no se fía de ellos.
"Me gustaría poder creerles, pero no puedo hacerlo. El Estado no puede bajar la guardia. El pasado 13 de agosto ya firmamos un acuerdo en el que los controladores se comprometieron a trabajar con normalidad mientras durara la negociación del nuevo convenio, para el que establecimos una fecha tope, el 31 de diciembre. Bien, ese acuerdo quedó en papel mojado", recordó el ministro de Fomento.
Blancó emplazó entonces al PP a tomar una decisión: "Deberá decidir si da más credibilidad a las promesas o a los hechos". Afirmó que si el Gobierno no hubiera recurrido al estado de alarma, los conservadores le hubieran acusado de dejación de funciones.
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"En este año hemos hecho más que en los 20 anteriores"
Y es que Blanco no olvida "el chantaje" del pasado 3 de diciembre. Se le ve dolido al ministro con los controladores, con los que se mostró muy crítico y acusó de "sabotaje", palabra que repitió en varias ocasiones: "Este colectivo no ha convocado ni una sola huelga en 30 años, pero han saboteado miles de veces el normal funcionamiento del tráfico aéreo".
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Por ese motivo, reclamó al apoyo de todos los grupos políticos. "Puede que algunos partidos interpreten el estado de alarma de otra forma, pero lo que estamos haciendo es romper el monopolio, los privilegios que este colectivo se había construido. En este año hemos hecho más que en los 20 anteriores".
No escatimó Blanco ninguna crítica, ni siquiera para el PP. "Algunos sugieren volver al pasado, dar carpetazo al asunto. Para eso que no cuenten conmigo".
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Luego hizo una retahíla de reproches a los controladores. El ministro sacó a relucir que con los cambios introducidos en la ley "ahora trabajan menos que antes, se respetan mucho más los tiempos de descanso". Recordó también que España es el segundo país de la UE en número de controladores y el cuarto en número de operaciones. "El ratio no es el más alto de Europa. Lo que hay que tener es voluntad de trabajar", afirmó tajante.
Recordó también que antes cobraban hasta 600 horas extraordinarias al año. "Las horas extra las cobraban al triple que una hora ordinaria. Ahora sólo pueden hacer un máximo de 80 al año. El día 3 alegaron estrés y ansiedad para faltar a su puesto de trabajo. Antes no lo tenían: parece que cobrar las horas extras al triple de las ordinarias les quitaba el estrés".
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A Blanco le molestó que alegaran estrés y ansiedad para faltar a su puesto de trabajo. E hizo sangre con eso: "Cada año los controladores tiene que pasar una prueba psicofísica muy dura que es incompatible con el estrés y la ansiedad. Si la superan es porque no están estresados".
Tampoco se mordió la lengua cuando sugirió que no todos los controladores tienen suficiente competencia lingüística en inglés, algo imprescindible para su trabajo. "Una nueva directiva comunitaria exige un nivel mayor de inglés. Los controladores pasaron una prueba de inglés en 2008. El Gobierno está trabajando para que se la convaliden, aunque hay un parte de ellos que tiene problemas con la competencia lingüística en inglés. El Gobierno intentará que a esos les den una prórroga de un año, como gesto de vuena voluntad".
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La buena voluntad no evitará sin embargo que haya sanciones. Blanco recordó que se está actuando en dos frentes, el penal y el administrativo y que el castigo puede terminar incluoso con la retirada de la licencia de controlador. "Por la vía administrativa también se van a abrir expedientes que implican multas de 225.000 euros hasta la retirada de la licencia".
Para Blanco esta "guerra" merece la pena. "Lo importante es romper con el monopoolio del acceso a la profesión, adecuar la masa salarial, y la organización del trabajo, no sólo porque hay que acabar con los privilegios de un colectivo, sino porque lo exige el cielo único europeo que entrará en vigor en 2012".