Este artículo se publicó hace 14 años.
Batasuna involucra a los presos en su estrategia
Dice que su aportación es "imprescindible" para lograr la paz
La izquierda abertzale ha comenzado ya a moverse para involucrar a los presos de ETA en un eventual proceso de paz en Euskadi. Su intención es que jueguen un papel similar al que protagonizaron en su día los miembros del IRA encarcelados para el final de la violencia en Irlanda del Norte.
Dirigentes de la izquierda abertzale se concentraron el jueves frente a la cárcel de Basauri (Vizcaya) para hacer un llamamiento a la sociedad para que respalde la implicación de los presos en un proceso de paz y acuda así a la manifestación convocada para el próximo 8 de enero, en Bilbao, en demanda de cambios en la política penitenciaria y del fin de la dispersión.
El propósito de la ilegalizada Batasuna es lograr que el Gobierno acceda al reagrupamiento de los etarras presos en Euskadi para que puedan debatir y reflexionar sobre las conclusiones del debate de la izquierda abertzale y los pasos a dar. Según sostiene, no pueden tomar una decisión porque la dispersión se lo impide.
La ilegalizada Batasuna ha acogido con optimismo el comunicado hecho público hace una semana por el colectivo de presos de ETA (EPPK), en el que anunciaba su intención de "incidir" en el "camino político abierto" por la izquierda abertzale con "iniciativas" y un "compromiso serio y práctico" con el fin de "dar una velocidad adecuada al proceso que necesita Euskal Herria".
En la concentración ante la cárcel de Basauri, la representante de la izquierda abertzale Miren Legorburu defendió que "la aportación que pueda hacer el colectivo de presos políticos vascos en el proceso que hemos iniciado, en la nueva fase que se ha abierto en Euskal Herria hacia el proceso democrático, es imprescindible". Su aportación, agregó, "es muy importante" para que "este proceso pueda avanzar".
El vicepresidente primero del Gobierno y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, insistió en su visita a Euskadi, el pasado martes, en que por ahora "no hay razones para cambiar" la política penitenciaria. Eso sí, dejó la puerta abierta, si "ETA dice que lo deja". La izquierda abertzale cree, sin embargo, que el Ejecutivo debe dar antes el paso de acabar con la dispersión, según recoge el propio Acuerdo de Gernika, suscrito con Aralar, EA, AB y Alternatiba, entre otras fuerzas políticas y sociales, para favorecer el final de la violencia.
Las claves del proceso
Según la hoja de ruta de la izquierda abertzale, si el Gobierno pone fin a la actual política de dispersión y permite la legalización de su nuevo partido, habrá sentado dos bases fundamentales para el final de la violencia. Para para ello, admite, es preciso que ETA anuncie finalmente en un comunicado un alto el fuego unilateral, permanente y verificable.
Miren Legorburu insistió en que espera que la respuesta de ETA a esa petición sea "positiva, porque los últimos comunicados de la organización han ido en ese sentido". No obstante, rehusó marcar plazos ni valorar la situación "dependiendo de las prisas de unos y otros".
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