Desde que el pasado 20 de octubre ETA anunciara el 'cese definitivo' de la violencia ha habido un aluvión de reacciones desde todos los ámbitos de la sociedad. Casi todo el mundo ha opinado sobre la cuestión, pero se echaba de menos una voz, la de José María Aznar. El expresidente ha guardado silencio durante una semana, pero lo ha roto en las páginas de El Mundo, donde publica un artículo de opinión sobre los nuevos tiempos que corren en Euskadi.

Sin hacer mención expresa del comunicado de ETA, Aznar considera que el final del terrorismo plantea un único riesgo: 'Que perdamos en la victoria, es decir, que pierda la nación de ciudadanos en su derecho a exigir a los terroristas todas sus responsabilidades'.

En este sentido, el expresidente afirma: 'Es tarea de todos que la derrota del terrorismo sea la victoria de la nación española y sus víctimas sobre el relato infame que enaltece a sus victimarios'. El expresidente teme que termine aceptándose 'la transacción propuesta por los terroristas consistente en aceptar como legítimo su proyecto totalitario'.

Aznar no cree que ETA haya cambiado algo pese a su adiós a las armas: 'ETA siempre ha matado para imponer un proyecto totalitario y ese sigue siendo su único propósito'. escribe.

Sobre el perdón, señala: 'Quien busque perdón que tenga el valor de mirar a sus víctimas', y asegura que no se pueden aceptar soluciones de excepción, ya que la democracia 'no debe desviarse del respeto incondicional a los principios del Estado de Derecho porque 'sólo de ese modo podrá mantener intacta su legitimidad moral'. Se remite a la Constitución de 1978, que todos deben asumir: 'Quien quiera paz que mire la obra de la nación española en 1978'.

'ETA es una inmensa condensación histórica de maldad'

'Hay que asegurar que la derrota efectiva de ETA sea la culminación de nuestro pacto constitucional y no su quiebra', añadee Aznar, al tiempo que matiza que 'hay que evitar que el momento actual pueda transformarse en la ocasión para reescribir la historia'.

El expresidente del Gobierno apunta que 'derrotar el terrorismo es establecer que, frente a la absoluta inocencia de las víctimas, los terroristas siguen siendo culpables. Y que lo son ante la ley'.

Asimismo, comenta que 'ETA jamás ha matado para la libertad ni para la democracia: ha matado siempre para imponer un proyecto totalitario, que sigue siendo su único propósito'.

En este sentido, afirma que 'ETA es una inmensa condensación histórica de maldad'.