La caída de un cable de la línea de alta tensión que va de Tordera a Lloret de Mar (Girona) provocó que ayer por la tarde unas 100.000 personas, según la Generalitat 80.000, según Endesa se quedaran de nuevo sin suministro eléctrico. Al cierre de esta edición, Endesa informaba de que 60.000 abonados ya habían recuperado el suministro eléctrico 'a través de líneas de baja tensión' y confiaba en que el resto de los afectados recuperaría la luz hacía las cinco de la madrugada.

Los pueblos afectados por el fallo fueron Platja dAro, Sant Feliu de Guíxols, Tossa de Mar, Santa Cristina dAro y Lloret de Mar, todos en Girona.

Pese a la presteza de la compañía en arreglar el fallo, el fantasma de las incomodidades vividas estos días regresó. La alcaldesa de Tossa de Mar, Imma Colom, se mostraba indignada: 'La gente ve que vuelve a tener frío, que no tiene luz de nuevo y que no puede cocinar otra vez. Es como volver 100 años atrás y los ánimos están muy alterados'.

A estas últimas cifras hay que añadir las 3.300 personas, según Protección Civil, que desde el lunes pasado siguen sin luz, como consecuencia de los destrozos causados por el temporal. Son 27 los municipios afectados. Sin embargo, Endesa ayer daba por prácticamente normalizado el servicio eléctrico, aunque reconocía que había 'colas residuales de clientes sin suministro en puntos aislados'.

A pesar de los fallos en líneas eléctricas y generadores, los vecinos de las comarcas de Girona luchan por recuperar la normalidad. Este es el caso de los hoteleros de Lloret de Mar una de las poblaciones más afectadas por el apagón que quieren cifran las pérdidas y seguir adelante.

Los 120 hoteles de la localidad calculan que han dejado de ganar, 'como mínimo', un millón y medio de euros entre anulaciones y alimentos que se estropearon por falta de electricidad.