Algunos políticos del PP ya están embriagados de euforia. El presidente provincial de los conservadores de Valencia, Alfonso Rus, animó ayer, en una comida-mitín en Cullera, a celebrar el domingo el triunfo de Mariano Rajoy en las elecciones generales. 'Os espero el día 20 por la noche en Valencia, champán y mujeres', dijo para matizar poco después: 'Las nuestras, claro'. En el almuerzo también participaron el presidente del PPCV, Alberto Fabra, y el alcalde de la localidad, Ernesto Sanjuán.

Al igual que la secretaria general del PP, Maria Dolores de Cospedal, Rus advirtió de que 'vamos a pasar una época complicada' y auguró que 'el día 25 los sindicatos ya harán manifestaciones'.

Con todo, y pese a su previsión de que el día 20 de noviembre habrá fiesta, Rus aconsejó no fiarse de las encuestas electorales, que muestran unanimidad respecto al triunfo arrollador del PP, y animó a 'seguir trabajando hasta última hora para ver si, por el bien de todos, esto cambia'. 

El presidente de la Diputación y el PP de Valencia ya ha puesto a su partido en un aprieto en más de una ocasión. En febrero de este año recordó a Mariano Rajoy el 'apoyo' que Francisco Camps siempre había dado al líder de los conservadores, en los mejores y en los peores tiempos: 'Cuando a Mariano Rajoy le faltaba la peseta para el duro, el primero que dio un paso adelante fue Camps' , señaló como forma de presionar a Génova para que nombrase al imputado president a que ser candidato a presidir la Comunidad valenciana en las elecciones municipales del pasado mayo.

El temperamento de Rus también le llevó a enfrentarse con una asociación de discapacitados durante la precipitada inauguración de unas obras públicas no adaptadas en el municipio Ontinyent. Ante la falta de accesos adaptados para que los discapacitados pudieran bajar a un jardín aclaró que podían hacerlo 'con cuerdas'.

Hay más: Rus llegó definir a la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal', de 'dama de hierro' en pleno conflicto entre el PP valenciano y Génova.

Con todo, la más grave de sus salidas de tono se produjo cuando, durante un acto público celebrado el 25 de abril de 2009, llamó 'gilipollas' a tres profesores de valenciano que usan palabras del valenciano normativo , a los que amenazó con 'rematarlos'.