Un alcalde del PP, contra los recortes de Cospedal: "No sabe ni dónde está mi pueblo, ni si existe"
El regidor de Sisante, Pedro Garde, denuncia la "discriminación" que sufren las localidades a las que la Junta cerrará las Urgencias nocturnas a partir del próximo lunes
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Los recortes que está poniendo en marcha la presidenta de Castilla-La Mancha y número dos del PP, María Dolores de Cospedal, le están causando enemigos incluso dentro de su propio partido. El último en revelarse en contra de los tijeretazos sociales de la dirigente conservadora ha sido el alcalde de Sisante, Pedro Garde, también del PP, cuyo municipio es uno de los 21 pueblos de la región a los que el Gobierno autonómico suprimirá el servicio nocturno de urgencias el próximo lunes.
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"Nos tienen totalmente discriminados, marginados, apartados, abandonados y dejados" ha lamentado Garde en una entrevista en Radio Azul-cadena Ser. El regidor ha denunciado, por un lado, la falta de comunicación de sus propios compañeros de partido porque, según ha dicho, se ha enterado "por la prensa" de la supresión del servicio. Y por eso, ha considerado que "con amigos como éstos no hacen falta enemigos". "Se lo digo a la presidenta y a quien se lo tenga que decir", ha advertido.
La decisión del Ejecutivo de Cospedal de cerrar los Puntos de Atención Continuada (PAC) de sus localidades está, a su juicio, "mal hecha y mal gestionada". Y por eso, el regidor ha cargado contra la propia presidenta por desconocer la realidad de su municipio. "No saben ni siquiera dónde está Sisante ni si existe. Están en un despacho, han entrado en un ordenador, les han salido unos datos estadísticos y han dicho, '¡venga, éste fuera!'", ha denunciado.
Tanto él como los concejales del equipo de Gobierno ya habían mostrado su disposición a recortarse el sueldo a cambio de que el Ayuntamiento pudiera contratar a un médico que se hiciera cargo de las guardias que va a suprimir la Junta de Castilla-La Mancha. Porque con esa decisión, los vecinos de Sisante deberán desplazarse al Centro de Salud de San Clemente, cuyo equipo médico tendrá que atender a partir de ahora una zona sanitaria de once pueblos, muy distantes entre sí.
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Las declaraciones de Garde se suman a las protestas que se llevan sucediendo en los últimos meses por parte de los vecinos y alcaldes de las demás localidades afectadas por los cierres de los PAC. En noviembre, los puentes de la autopista que une Madrid con Valencia y que cruza Castilla-La Mancha, aparecieron llenos de carteles advirtiendo de la supresión de las urgencias nocturnas. Y un mes después, los vecinos de Tembleque (Toledo), otro de los pueblos afectados, se encerraron en su Ayuntamiento en protesta contra la medida.
En la misma línea, este jueves, la Secretaria General de la Federación de Servicios Públicos de UGT Castilla-La Mancha, Carmen Campoy, ha calificado de "decisión nefasta" la de la Junta, al tiempo que ha exigido al consejero de Sanidad y Bienestar Social, José Ignacio Echániz, que paralice la orden que dará lugar al cierre de las urgencias nocturnas de esos 21 centros públicos.