Los últimos datos económicos sobre la cooperación española son poco alentadores: en el año 2010 la ayuda humanitaria se redujo un 23% respecto a 2009, según un informe presentado ayer en Madrid por el Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria (Iecah) en colaboración con Médicos sin Fronteras. 'Es la primera vez que la ayuda humanitaria española sufre un considerable retroceso', denuncia el estudio, denominado La acción humanitaria en 2010-2011: crisis sobre crisis.

En total, la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) bajó un 5%, teniendo en cuenta tanto la ayuda humanitaria (referida a la acción prolongada en determinadas zonas) como la de emergencia (la que actúa sobre la población tras una catástrofe). Esta última experimentó un ligero ascenso, pero impulsada en 2010 por las intervenciones en las catástrofes del terremoto de Haití y de las inundaciones de Pakistán.

El informe alerta de que los recortes son muy significativos, ya que la AOD en 2009 apenas descendió un 0,71%. Tampoco ayuda la subida en el precio básico de los alimentos y el combustible, lo que agrava la situación de poblaciones ya vulnerables.

Francisco Rey, codirector del Instituto, alertó que el tijeretazo en cooperación afecta sobre todo a las emergencias silenciosas y olvidadas: Chad, Zimbabue, República Centroafricana... Para Rey, 'la distribución de la ayuda sigue patrones de gran desigualdad'. 'El interés de los países donantes, que es mucho en el caso de los desastres naturales, se reduce notablemente cuando se trata de emergencias complejas', afirmó. 'Las necesidades aumentan a un ritmo mayor que la financiación disponible', agregó.

Jesús Núñez, también del Iecah, alertó sobre el hecho de que muchos estados, a nivel humanitario, se estén dejando llevar por 'la guerra contra el terror', 'y dejando de hacer caso a otras amenazas, como el hambre o las enfermedades'. 'Tememos que los recortes en cooperación vayan más allá y se abandonen incluso compromisos que ya están tomados', advirtieron desde el Iecah.

El mayor descenso en la ayuda se ha producido en las partidas multilaterales, aquellas que van destinadas principalmente a las agencias de Naciones Unidas como Unicef. 'Nos preocupa especialmente la retirada de apoyo al Fondo Mundial de la ONU para la Lucha contra el Sida', señaló Carlos Ugarte, portavoz de Médicos sin Fronteras. Ugarte recordó que la retirada de apoyo a este fondo se produjo después de que trascendiera que una partida de fondos había sido desviada. 'Pero fue el propio Fondo el que advirtió de ello, y de un total de 13.000 millones de presupuesto, el dinero del desvío fue de tan sólo un 0, 3%, la respuesta a dejar de invertir en la lucha contra el sida ha sido desproporcionada', afirmó Ugarte.

Dos trabajadoras de su organización, Médicos sin Fronteras, permanecen secuestradas en Somalia desde hace dos meses. Carlos Ugarte se limitó a ser discreto y a decir que la ONG está apoyando en este 'mal trago' a las familias de ambas cooperantes.