El tercer procedimiento abierto en el Tribunal Supremo contra el juez Baltasar Garzón, el relativo a las escuchas que ordenó en el caso Gürtel, echará a andar el próximo 10 de mayo. El magistrado instructor, Alberto Jorge Barreiro, citó ayer al juez de la Audiencia Nacional a declarar como imputado por un delito de prevaricación y otro contra las garantías de la intimidad.

Será la tercera vez que Garzón comparezca en el alto tribunal como imputado desde septiembre, cuando declaró por haber abierto la primera causa penal por los crímenes franquistas. La segunda vez fue el pasado 15 de abril por la financiación por el Banco Santander de los cursos que impartió durante su estancia en Estados Unidos.

En ninguno de los tres procedimientos la fiscalía ve delito. De hecho, en el de las escuchas fue ella la que recurrió el auto de admisión a trámite y la defensa de Garzón se adhirió a la impugnación. El ministerio público considera que el querellante, el ex fiscal de la Audiencia Nacional Ignacio Peláez, abogado del imputado en el caso Gürtel José Luis Ulibarri, había 'ocultado interesadamente datos', con la intención 'de obtener fraudulentamente una resolución en un tribunal distinto de aquel que tiene conocimiento pleno e inmediato' de la trama de corrupción.

El argumento fue rechazado por el alto tribunal, y el que investiga el mayor caso de corrupción de los últimos tiempos, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, declaró nulas las escuchas de los imputados en la causa que se encontraban presos con sus abogados. Pese a ello, Garzón es el primer magistrado acusado de prevaricación por ordenar la intervención de unas conversaciones.

En este proceso, además de Peláez, también acusan a Garzón los presuntos cabecillas de la trama: Francisco Correa y el considerado su lugarteniente, Pablo Crespo, como víctimas directas de los delitos atribuidos al juez.