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El PP hace fracasar la cumbre contra la crisis

Sus presidentes autonómicos rechazaron un documento de síntesis que, según el Gobierno, incorpora el 80% de sus propuestas // Zapatero acusa al PP de «lavarse las manos» frente al paro

GONZALO LÓPEZ ALBA

La IV Conferencia de Presidentes confirmó los peores augurios. El PP no está dispuesto a dar ni un solo balón de oxígeno al Gobierno, aunque el objetivo último sea mejorar la situación económica de España y la de los más de cuatro millones de parados.

El boicot de sus ocho presidentes autonómicos al intento de José Luis Rodríguez Zapatero de sumar a los gobiernos autonómicos a su estrategia contra la crisis se confirmó desde primera hora con la divulgación por el PP de un decálogo que, en su segundo párrafo, tachaba de 'utópico' el planteamiento del Gobierno.

Zapatero reprocha al PP su 'falta de lealtad y madurez institucional'

Si algún atisbo de duda quedaba, lo despejó el presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, cuando comenzó su intervención a puerta cerrada diciendo: 'Del PP, hemos traído'. Desde ese momento quedó meridianamente claro que los presidentes de las Comunidades gobernadas por el PP actuaban en bloque y que Feijóo, el que de ellos tiene una relación más estrecha con Mariano Rajoy, era su portavoz.

Le habían precedido en el uso de la palabra los representantes de la patronal y los sindicatos, el presidente del Gobierno y, siguiendo el criterio de antigüedad de los Estatutos de Autonomía, los presidentes de Euskadi y Catalunya. Esta secuencia, unida a que lareunión comenzó con la aprobación por unanimidad del Reglamento de la Conferencia, hizo al Gobierno albergar una tibia esperanza de podría alcanzarse algún acuerdo, sobre la base de un texto de 14 folios que incluía la creación de varios 'grupos de trabajo' para su desarrollo. La respuesta del PP fue de rechazo frontal.

Aun así, Zapatero buscó el acuerdo hasta la extenuación, con la ayuda destacada del presidente de Canarias, Paulino Rivero, de Coalición Canaria, quien sostuvo que no podían salir de la reunión sin acuerdos. Para conseguirlo, presentó un 'texto integrador', de 19 folios, en el que, según el presidente, se recogen 'hasta el 80%' de las propuestas del PP nueve de las 10 de su decálogo, aunque 'con algunos matices'. Pero sus presidentes se abstuvieron en la votación, lo que impidió cualquier acuerdo de la Conferencia, para el que se exige un mínimo de dos tercios.

Barreda comparó su actitud con la que llevó a 'enfrentamientos fratricidas y cainitas'

Zapatero, en tono muy duro y dolido, hizo la siguiente lectura política: 'Unos presidentes han dicho: Yo no me mojo. Me lavo las manos. En una palabra: no se quería llegar a un acuerdo. Han querido manifestar que no se responsabilizan con el Gobierno de España en la lucha contra el paro y la recuperación económica. No es serio para con el país. Hace falta más lealtad y madurez institucional'.

A pesar de la falta de apoyo, afirmó que el Gobierno 'hace suyo' el documento de síntesis y subrayó que, 'con más o menos ayuda, el camino está fijado y nos vamos a comprometer (en las reformas) hasta las últimas consecuencias'.

La tensión fue tan grande en algunos momentos que el presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, llegó a evocar los comportamientos políticos que históricamente llevaron a España a 'enfrentamientos fratricidas y cainitas'.

Tras 12 horas de debate, la cumbre planificada con el objetivo de concertar esfuerzos contra la crisis se cerró con dos únicos acuerdos: sendos textos de respaldo a los objetivos de la Presidencia del Consejo Europeo y a la lucha contra la violencia de género.

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