Usuarios de tarjetas 'black' se apoyan en expertos para justificar sus gastos nocturnos, en alcohol o lencería
Dos juristas de la Universidad Complutense de Madrid publican informes a petición de los exconsejeros de Caja Madrid Alberto Recarte y Luis Gabarda en los que concluyen que las tarjetas "formaban parte de su contratos laborales"
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MADRID.- Algunos de los usuarios de las polémicas tarjetas black de Caja Madrid han acudido a expertos para justificar sus gastos nocturnos, en alcohol o lencería. Su objetivo es tratar de demostrar que las visas que tenían formaban parte de su contratos laborales y, por tanto, de su salario, por lo que no tenían límites para ser usadas a cualquier hora, incluso en festivo.
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Según sus escritos, aportados ya a la causa que instruye el juez Fernando Andreu, estas tarjetas visas fueron un instrumento puesto en marcha por la propia entidad en 1988, bajo la presidencia de Jaime Terceiro, para compensar el ejercicio de la función de consejero.
Es más, están amparadas por un contrato entre el beneficiario y la caja, del que se desprende que eran de libre disposición sin más limitaciones que "la cuantitativa fijada mensualmente en el contrato y la establecida anualmente por el presidente".